La Cruz Roja se encuentra en primera línea de asistencia a las personas sin hogar en Mallorca. Operando principalmente en Palma, cada vez són más quienes necesitan ayuda.
Hugo Cózar, trabajador social del departamento de inclusión de la Cruz Roja, describe la situación como “desbordante”. “La gente nos para por la noche cuando salimos con la unidad móvil. Recibimos entre 40 y 50 llamadas al día, y es imposible atenderlas todas. Tenemos que priorizar a quiénes vamos a asistir porque la situación es caótica. Atendemos a los que se hallan en situaciones más vulnerables. Somos 12 en el equipo, y siete de nosotros gestionamos más de 100 casos cada uno.”
La unidad móvil ha atendido a 1.940 personas este año. Se prevé que el año concluya con al menos 200 personas más asistidas que el año anterior. La cifra sería mayor, pero la Cruz Roja no puede cubrir la demanda; están saturados. Las cifras han ido en aumento. En 2022, se auxilió a 1.894 personas. Para 2024, ya eran 2.271.
Aunque la mayoría de quienes viven en la calle son personas solteras con adicciones, problemas de salud mental o discapacidad, un número creciente tiene ingresos pero se ve obligado a dormir a la intemperie debido a la emergencia habitacional. “La mayoría trabaja o recibe prestaciones, pero el dinero no garantiza una vivienda en una ciudad donde alquilar una habitación cuesta entre 400 y 900 euros. Ya no atendemos solo a individuos, sino a grupos, algunos de ellos familias con niños,” explica Cózar.
Los albergues y residencias gestionados por el Ayuntamiento de Palma y el Consejo de Mallorca están llenos. Hay largas listas de espera y poca rotación. “No solo hay más personas sin hogar que nunca, sino que los nuevos casos se están cronicando, y es cada vez más difícil revertir la situación.”
Cózar es consciente de que la situación en Palma solo ofrece una visión parcial de lo que ocurre en el resto de Mallorca. “En teoría, la unidad móvil opera solo en Palma, pero incluimos partes de Llucmajor. Sin embargo, no vamos a otros municipios colindantes, como Marratxí o Calvià.” No existe un censo oficial que refleje fielmente la realidad de las personas sin hogar fuera de Palma. Cada ayuntamiento asiste a las personas de su municipio a través de los servicios sociales, pero no hay un registro único.
