El crecimiento y la sostenibilidad a menudo se perciben como prioridades contrapuestas, como si el avance de una debiera lograrse en detrimento de la otra. Sin embargo, la realidad es que el crecimiento puede –y debe– impulsar la sostenibilidad. Con el descubrimiento de medicamentos innovadores revolucionarios, la industria farmacéutica enfrenta un desafío significativo: cómo satisfacer las necesidades sanitarias urgentes de la población mientras se protege al planeta que nos sustenta.
El descubrimiento es solo una parte de la ecuación. Un medicamento innovador solo es beneficioso cuando llega a las personas que lo necesitan. Para nuestra industria, esto implica construir capacidad de fabricación y una cadena de suministro sólida. Lo logramos optimizando las instalaciones existentes e invirtiendo en nuevas, diseñadas no solo para ampliar la capacidad, sino también para redefinir una fabricación moderna y sostenible. Cada nueva planta parte de cero con una pregunta guía: “¿Cómo podemos satisfacer la demanda del mañana con la tecnología más limpia y eficiente de hoy?”
Construir con inteligencia, escalar con sostenibilidad
El futuro de la fabricación se está edificando sobre la responsabilidad, la innovación y el impacto duradero. Nuestra industria puede impulsar un progreso mensurable hacia un futuro más sostenible estableciendo objetivos ambientales ambiciosos y cronogramas claros. No obstante, el cambio real requiere más que promesas; exige repensar las operaciones desde sus cimientos e integrar la sostenibilidad en cada etapa de la producción.
Diseñar cada nueva instalación de fabricación es una oportunidad para incorporar soluciones sostenibles desde el primer día. Al optar por energías más limpias, sistemas más inteligentes y líneas de producción más adaptables, podemos maximizar la producción minimizando el impacto ambiental. Cuando se hace correctamente, el crecimiento puede convertirse en un multiplicador de sostenibilidad, donde cada ganancia en productividad fortalece tanto el desempeño empresarial como los resultados ambientales.
He aquí cómo puede materializarse:
- Inversión en energías renovables: Desde parques eólicos hasta paneles solares en tejados, las empresas están impulsando el crecimiento sin incrementar su huella de carbono. Las nuevas instalaciones se diseñan con la eficiencia como núcleo, integrando sistemas inteligentes, automatización e iluminación LED para reducir el consumo energético.
- Aprovechamiento de la IA y el análisis de datos: Tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el análisis de datos están transformando el concepto de fabricación sostenible. Al revelar ineficiencias antes inadvertidas, estas herramientas permiten decisiones más inteligentes que reducen residuos, consumo energético y emisiones, pudiendo incluso aumentar la producción con la misma capacidad. El aprendizaje automático y la analítica predictiva ayudan a lograr una ejecución “correcta desde la primera vez” y respaldan un suministro de medicinas más fiable y responsable.
- Reimaginar la producción mediante diseño flexible: La sostenibilidad prospera con la adaptabilidad. Las instalaciones modernas se diseñan para usos múltiples, capaces de producir una gama de medicamentos bajo un mismo techo. Esto minimiza la necesidad de infraestructura adicional, conserva recursos y garantiza que cada metro cuadrado impulse una producción más rápida y sostenible.
El camino a seguir
Nuestra industria se encuentra en un momento crucial en el que el propósito y el progreso deben coexistir. La demanda global de medicamentos crece junto con una llamada igualmente urgente a proteger el planeta que nos sustenta. Mediante un diseño intencional, inversiones en energías renovables y un firme compromiso con la innovación y la eficiencia, podemos redefinir el significado de un crecimiento responsable.
Colectivamente, debemos construir sistemas más inteligentes que perduren; producir más, no desperdiciar más; y mantenernos fieles a los objetivos de sostenibilidad que nos guían, sin importar la velocidad de nuestro crecimiento. Porque la sostenibilidad no es lo opuesto al progreso. Es el cimiento que hace posible un progreso duradero.
Foto: Petmal, Getty Images
Jim Greffet es Vicepresidente de Sostenibilidad en Eli Lilly and Company, donde lidera la implementación de la estrategia de sostenibilidad de la compañía y supervisa la relación con grupos de interés y las comunicaciones. Desde que asumió el cargo en 2020, Jim ha impulsado el enfoque de Lilly lanzando su portal de sostenibilidad y presidiendo el Comité Operativo de Sostenibilidad multifuncional.
Antes de este rol, Jim se desempeñó como VP de Relaciones con Inversores en Elanco Animal Health durante su OPV y fue nombrado el principal líder de RI para farmacéuticas de mediana capitalización por Institutional Investor en 2020. A lo largo de su carrera de más de 20 años en Lilly, ha ocupado puestos de liderazgo en finanzas, relaciones con inversores, desarrollo de negocio y recursos humanos, incluido el de CFO de Lilly Canada. Jim posee un MBA de la Universidad de Chicago y una licenciatura en contabilidad de la Universidad de Indiana. Aprobó el examen CPA en 1991.
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