Las conversaciones entre Ucrania y Estados Unidos para alcanzar un acuerdo de paz con Rusia continúan en Berlín por segundo día consecutivo.
Zelenski y su principal negociador, Rustem Umerov, se reunieron el domingo durante cinco horas con el enviado estadounidense Steve Witkoff y el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, junto al canciller alemán Friedrich Merz.
“Se lograron muchos avances”, dijo un comunicado estadounidense. El mismo equipo reanudó las negociaciones el lunes por la mañana.
Antes del inicio de la reunión, Volodymyr Zelensky señaló que renunciaría a sus ambiciones de unirse a la OTAN a cambio de garantías de seguridad.
Reconociendo que “algunos socios de Estados Unidos y Europa” no apoyaban la candidatura de Ucrania a la OTAN, Zelensky dijo que en su lugar buscaba garantías de seguridad fuertes, basadas en la cláusula de protección mutua del Artículo 5 de la OTAN.
“Y esto ya es un compromiso de nuestra parte”, afirmó el domingo.
Witkoff ha viajado a Moscú para reunirse con Vladimir Putin en varias ocasiones, pero la reunión del domingo en la cancillería de Berlín fue la primera vez que se vió con Zelensky. También estuvo presente en las conversaciones el Comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa, el general Alexus Grynkewich.
Se espera que varios líderes europeos, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se unan a más conversaciones con las delegaciones ucraniana y estadounidense el lunes por la noche.
En el centro de los debates en Berlín está la propuesta de plan de paz de 20 puntos presentada a EE.UU. por Ucrania la semana pasada, para contrarrestar un plan inicial estadounidense que se consideraba muy favorable a Rusia.
No se han compartido los detalles, pero la semana pasada Zelensky dijo que los puntos deben verse como una “base” para construir provisiones para la reconstrucción de Ucrania y las garantías de seguridad.
Para Rusia, la membresía de Kiev en la OTAN es una línea roja, y Moscú ha exigido repetidamente que cualquier ambición de Ucrania de unirse a la alianza se archive para siempre. “Este tema es una de las piedras angulares y requiere una discusión especial”, dijo el Kremlin el lunes.
Estados Unidos también ha declarado repetidamente que no quiere que Ucrania sea parte de la OTAN. Pero Kiev teme que un acuerdo de paz sin garantías de seguridad a prueba de fallos no logre disuadir a Rusia de atacar nuevamente.
Antes de que comenzaran las negociaciones, Zelensky también abordó el espinoso tema de la soberanía sobre la región oriental del Donbas, que Rusia ocupa en su mayoría y que quiere que Kiev ceda en su totalidad.
El presidente ucraniano dijo que, aunque estaba abierto a congelar el conflicto a lo largo de la línea del frente actual, no estaba dispuesto a que sus tropas se retiraran del porcentaje del Donbas que aún controlan, a menos que las fuerzas rusas hicieran lo mismo en las áreas que ellos controlan.
Para que fuera un arreglo justo, Rusia tendría que retirarse a la misma distancia, dijo Zelensky. Este asunto era “extremadamente sensible y candente”, añadió.
Cualquier propuesta acordada por los lados ucraniano, estadounidense y europeo aún tendrá que ser presentada a Moscú, aunque Zelensky dijo que la delegación estadounidense “presenta, por así decirlo, la perspectiva del lado ruso, porque transmiten las señales, demandas, pasos e indicaciones de disposición o falta de ella de Rusia”.
El Kremlin dijo que esperaba que EE.UU. les proporcionara el “concepto” discutido el lunes.
Las conversaciones en Berlín se dan en un momento crucial para Ucrania, que está soportando su cuarto invierno de guerra en medio de cortes de energía sostenidos causados por los ataques rusos a sus instalaciones energéticas. Durante el fin de semana, más de un millón de hogares en Ucrania se quedaron sin electricidad tras una andanada de ataques.
Más tarde esta semana, los países de la UE votarán un plan para enviar 90.000 millones de euros en activos rusos congelados, que se encuentran en una institución financiera con sede en Bélgica, para apuntalar la economía de Ucrania.
El viernes, los gobiernos de la UE acordaron inmovilizar los activos rusos indefinidamente, pero aún no hay consenso sobre si pueden enviarse a Ucrania. Bélgica ha estado resistiendo la propuesta legalmente controvertida, y en los últimos días otros países, incluida Italia, han dicho que se deberían presentar “opciones alternativas”.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, reconoció que las discusiones eran “cada vez más difíciles”.
“Pero estamos trabajando en ello, y aún nos quedan algunos días”, añadió.
