Los conductores de autobusés en Mallorca, así como en Menorca e Ibiza, mantienen firme su convocatoria de huelga ante el estancamiento de las negociaciones con los empresarios por salarios y condiciones laborales. Las conversaciones llevan seis meses sin avances.
Juan Rodríguez, presidente del comité de empresa y conductor desde hace 20 años, insiste en que la huelga se realizará “al 100%”. “Los empresarios no ceden. Nuestra paciencia se agota.” Añade que no ha habido contacto con la Federación Balear de Transportes desde hace casi un mes. Existe esperanza de que la mediación del tribunal arbitral TAMIB, que comenzará el martes, traiga algún cambio, pero “la dirección tendrá que cambiar mucho para que haya progreso”.
Las diferencias saláriales son grandes. El SATI, el sindicato en las negociaciones, busca un aumento del 9,6% para este año, más incrementos de medio punto porcentual por encima de la inflación para 2026 y 2027. Los empresarios han ofrecido un 8,9% en cuatro años.
Además, los trabajadores exigen el desbloqueo de un complemento de antigüedad (por años trabajados) que no se actualiza desde hace 17 años. En condiciones laborales, piden reducción de la jornada máxima, regulación de pausas, mejor descanso semanal y facilidades para jubilación parcial anticipada.
Rodríguez destaca la urgencia de modernizar el convenio colectivo, prácticamente igual desde hace 40 años y con cláusulas ambiguas que generan diferencias de interpretación entre los operadores concesionarios.
La oferta salarial empresarial no incluye antigüedad ni afecta otros aspectos del acuerdo. El sindicato la califica de totalmente “insuficiente”.
Paros de 24 horas están previstos para el 18, 21 y 23 de julio. Sin acuerdo, la huelga será indefinida desde el día 25.
La marca TIB incluye trenes y metro, pero la acción prevista solo afecta a los operadores de autobuses: tres en Mallorca, dos en Menorca y otros dos en Ibiza. Los EMT de Palma son independientes.
Las asambleas ya han respaldado, en principio, la huelga. De realizarse, habrá servicios mínimos, pero el impacto en plena temporada turística sería mayor que el de la fallida huelga hostelería. Con los conductores no hay dudas.
