Una mujer ha sido condenada a 20 años de prisión por su participación en el asesinato de tres turistas durante un robo de coche en México el año pasado.
Ari Gisell, de 23 años, se declaró culpable de instigar el violento ataque contra los hermanos australianos Jake y Callum Robinson y su amigo estadounidense Carter Rhoad. Ellos estaban de viaje surfeando en el estado norteño de Baja California en abril de 2024 cuando desaparecieron.
Sus cuerpos fueron encontrados después en el fondo de un pozo, con heridas de bala en la cabeza.
Según lo escuchado en el tribunal, Ari Gisell había mostrado interés en las llantas del coche de los surfistas y le dijo a su entonces novio, Jesús Gerardo, que “me traigas un buen teléfono y buenas llantas para mi camioneta”.
Solo se revelaron los primeros nombres y segundos nombres de los acusados, no sus apellidos, de acuerdo con las reglas mexicanas para reportar casos judiciales.
Jesús Gerardo y otros dos hombres, Irineo Francisco y Ángel Jesús, siguieron el vehículo hasta el campamento donde se hospedaban los extranjeros. Allí los robaron y luego los mataron a tiros. Los casos contra estos tres hombres todavía están en los tribunales.
De acuerdo con el periódico mexicano La Silla Rota, Jesús Gerardo e Irineo Francisco tienen vínculos con el poderoso cartel de Sinaloa, que fue liderado por muchos años por el conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Debido a estas conexiones, los dos hombres están detenidos en El Hongo, una prisión de máxima seguridad en Baja California. Ángel Jesús ha sido detenido en un centro separado en la ciudad de Ensenada.
Sin embargo, según la Australian Broadcasting Corporation (ABC), los fiscales no sospechan de ninguna conexión entre los asesinatos y el crimen organizado.
Los familiares de las víctimas, que aparecieron por videoconferencia, hicieron declaraciones emotivas en la audiencia del miércoles.
“Soñábamos con verlos envejecer, con que tuvieran hijos. Todo eso nos fue arrebatado ahora”, dijo Debra Robinson, la madre de Callum y Jake, según informó la ABC. “Vivimos con su ausencia”.
Callum Robinson, de 33 años, era miembro del equipo nacional de lacrosse de Australia y vivía en San Diego, justo al otro lado de la frontera entre Estados Unidos y México, frente a Baja California.
Su hermano menor Jake, de 30 años, vivía en Australia y había viajado a Norteamérica para visitar a Callum. Iba a comenzar un nuevo trabajo como médico cuando regresara.
Su amigo Rhoad, de 30 años, era residente de San Diego y trabajaba en una empresa de servicios tecnológicos. Rhoad estaba a solo meses de casarse con su prometida cuando lo mataron.
“Él era mi seguridad en el mundo”, le dijo su prometida Natalie Wiertz al tribunal. “Mi vida ahora es una pesadilla”.
Ari Gisell ofreció una disculpa llorosa en la corte, reconociendo que “nada de lo que pueda decir los compensará o les dará paz”.
“Me estoy enfocando en ser una mejor persona, y lamento mucho sus pérdidas”, dijo la madre soltera, según lo citado por La Silla Rota.
