Las icónas británicas Twiggy y Sadie Frost son, sin duda, capaces de irradiar energía positiva y ambas rebosaban amor por la vida y por Mallorca el jueves, durante la presentación del estreno en España del documental Twiggy, dirigido por Sadie Frost, en Cineciutat. Dicho evento constituyó uno de los platos fuertes de la decimocuarta edición del Evolution Mallorca International Film Festival en Palma. Ninguna de las dos es forastera en la isla. Sadie ya había participado con anterioridad en el festival. De hecho, aprovechó su visita para buscar y comprar una vivienda cerca de Sóller, y manifestó su enorme satisfacción por regresar al certamen y constatar su considerable crecimiento.
**Un viaje sentimental**
Para Twiggy, el regreso a Mallorca supuso un viaje sentimental para ella y su marido. “La primera vez que vine fue en 1986”, relató Twiggy. “Conocí a mi esposo en el 85 y él poseía una casa en Andratx. El miércoles realizamos un viaje romántico a Andratx, vimos nuestra preciosa antigua casa del pueblo y ambos coincidimos en que deberíamos haberla conservado. Pero al final nos trasladamos a Los Ángeles y resultaba demasiado lejos. No obstante, nos encantaba y disfrutamos de holidays muy felices en la isla con nuestros hijos, que entonces eran pequeños. Así que fue un viaje bastante nostálgico; bajamos al puerto, que ha crecido enormemente. Cuando solíamos ir, era un diminuto puerto pesquero. Y este verano llevé a mi hija y a mis nietos a Pollensa, un lugar que nunca había visitado y que siempre quise conocer. Es precioso, así que me siento muy tentada de volver; es una isla bellísima”, afirmó.
Sadie también ha residido en la isla. “La primera vez que vine y viví aquí propiamente fue durante el rodaje de *Presence of Mind* con Harvey Keitel y Lauren Bacall en Raixa. Pasé dos meses viviendo en una casa antigua en Sóller, lo cual fue estupendo porque pude ver la isla desde la perspectiva de una residente, por así decirlo, no de una turista, y eso realmente me abrió los ojos sobre Mallorca. Luego volvía, me alojaba en la Residencia y después tomé la decisión de que quería vivir aquí y adquirí una casita en Sóller, que mantuve durante tres años. Siempre había anhelado vivir en el extranjero, tener una casa en otro país, cultivar mi propia fruta y verdura, residir en el campo; la realidad de ello fue magnífica.
**Se mudó a Mallorca demasiado pronto**
“Mas lo que comprendí una vez me instalé aquí fue que mis hijos apenas me visitaban y los echaba de menos, así que me di cuenta de que mudarse al extranjero constituye un gran paso cuando se está solo. Fue realmente positivo que lo hiciera, pero al final sentí que aún debía permanecer en el Reino Unido y ahora tengo nietos, de modo que fue una de esas experiencias que se tachan de la lista de deseos. Quizá me trasladé demasiado pronto, era demasiado joven y tal vez algún día regrese. Me encanta este lugar, así que ya veremos qué sucede cuando me jubile”, comentó Sadie, antes de que Twiggy interviniera para sugerir que compraran una propiedad juntas en la isla y la compartieran a lo largo del año.
“Podría funcionar, colaboramos realmente bien”, añadió Sadie. Y eso se pone de manifiesto en el documental.
Sadie y Twiggy llegaron a conocerse verdaderamente después de que Sadie realizara el documental *Quant* sobre la diseñadora de moda Mary Quant. “Realizamos un podcast juntas como parte de la promoción, pero yo estaba tan inmersa en el proyecto que no había reflexionado sobre qué haría después y, en medio del podcast, me percaté de que me hallaba en el paro. ¿Iba a ser una maravilla de una sola película?”, explicó Sadie. “Recuerdo que me comentaste que deseabas seguir investigando los años sesenta y a alguién vinculado con esa década —y de repente exclamaste: ‘Oh, debería hacerte a ti’”, agregó Twiggy. “Así que lo hablamos durante las siguientes semanas y, antes de darme cuenta, ya no estaba sin trabajo”, dijo Sadie.
**Muy emotivo**
“A lo largo de los últimos veinte años me habían propuesto contar la historia de mi vida, pero supone un gran compromiso aceptar que alguien lleve tu vida a la pantalla grande. Es una experiencia muy emotiva. Todo el mundo tiene en casa un álbum de fotos con imágenes, pero ver tu vida en el cine… Si iba a hacerlo, deseaba hacerlo con alguien en quien pudiera confiar y con quien me sintiera cómoda. Por eso había rechazado numerosas ofertas hasta que apareció Sadie. Nos entendimos de maravilla y pensé que debería hacerlo en algún momento, antes de que lo hiciera otra persona y quizá sin mi contribución y control. Ella es mujer y hay cosas que solo las mujeres comprenden y hemos tenido vidas y carreras paralelas. Ella ha estado en el ojo público probablemente desde más joven que yo, como actriz y modelo infantil con solo cuatro años, así que ambas partíamos del mismo transfondo, por decirlo así. Pero ella realizó un trabajo tan arduo en este proyecto que el resultado final es extraordinario”, declaró Twiggy. “Es muy conmovedor. Realmente estamos celebrando la vida de Twiggy y hay personas que han visto el documental y, sin conocerla, han llorado al final. Es simplemente una historia humana muy edificante; la relación entre Twiggy y su hija es maravillosa y muy sincera”, señaló Sadie.
**El movimiento MeToo**
Y considerando el impacto que Twiggy ha tenido en el mundo, especialmente para las mujeres, esta reveló al Bulletin que, en su opinión, el mayor avance para las mujeres en los últimos años ha sido el movimiento MeToo. “No salgo a predicar, soy muy reservada. Hablo de mi vida, pero no discuto sobre religión o política —tengo mis opiniones, pero suelo guardármelas para mí.
“Sin embargo, aunque no me involucré profundamente, el movimiento MeToo impulsó todo para las mujeres hacia una mejora. Aún no se ha logrado al ciento por ciento, pero nos hallamos en una posición mejor que nunca, creo yo. En lo personal, considero que lo que me sucedió en 1966 fue tan súbito que estuvo completamente fuera de mi control. Probablemente yo estaba más conmocionada que el resto del mundo con lo que me ocurrió, porque yo no planeé hacer aquello; era una colegiala. En mi escuela de gramática femenina, te llevabas un castigo si te pillaban con la falda corta y desde luego nada de maquillaje. Todo eso era para los fines de semana.
“Además, yo no me parecía a las modelos anteriores. Era demasiado baja y demasiado delgada. Si hubiera acudido a una agencia de modelos en 1966, me habrían echado porque no cumplía los criterios. Era una chica rara con pestañas largas, pero supongo que el corte de pelo, que en su momento fue un error, terminó por cuadrar todo. A menudo me pregunto cómo logré sobrellevar toda esa atención. Uno tiende a olvidar cosas, pero cuando vi el documental, todo volvió a mí.
**Todas las miradas estaban puestas en Londres**
“Recuerdo la primera vez que fui a Nueva York. Tenía diecisiete años y una juventud de diecisiete… . Y existen todas estas imágenes que Sadie encontró de mi llegada a Nueva York con chicas gritando; mi club de fans. Llegué justo después de The Beatles, así que formaba parte de la invasión británica, pero cuando aterricé no esperaba una acogida tan masiva y alocada, y era igual allá adonde fuéramos. Necesité un guardaespaldas, aunque eso no impidió que uno de los hoteles más exclusivos intentara impedir mi entrada al restaurante porque lucía pantalones. Las mujeres no los usaban entonces, no se permitía en muchos sitios, al igual que no llevaban minifaldas; todas mis fans vestían faldas por la rodilla, pero eso cambió rápidamente”, se rio Twiggy.
“Todo era muy emocionante porque, hasta entonces, lo único que había hecho era ir al colegio”, añadió. “Sin duda cambié la percepción dentro de la industria de la moda, pero no fue mi intención. Así era mi aspecto, pero modifiqué el tipo de modelos que las agencias aceptarían. Mira, luego tuvimos a Kate Moss en los noventa, tiene mi misma estatura. Creo que abrí la puerta a esos modelos de tipologías diferentes”, afirmó Twiggy. “Supongo que fui la persona adecuada en el momento oportuno. Cinco años antes o después, y nada de eso habría sucedido. Era mediados o finales de los sesenta y los ojos del mundo estaban puestos en Londres: la música, el arte, los diseñadores de moda, la libertad, los jóvenes teniendo voz. Así que supongo que aquellas puertas que abrí condujeron a una industria de la moda mucho más diversa, especialmente en las pasarelas”, señaló.
Pero eso era entonces. La mayor preocupación de Twiggy hoy en día para las niñas, las jóvenes y la gente en general son las redes sociales y todas las herramientas de que disponemos en nuestros teléfonos, etc., para realzar nuestra belleza y distorsionar la vida natural y real. “Tengo arrugas y estoy orgullosa de ellas, me he currado mucho para tenerlas”, declaró.
“Pero sigue siendo una lástima que la industria de la moda convierta a las personas en mercancías; es una pena que aún no pueda surgir de un lugar más auténtico y genuino”, dijo Sadie. “Lo que siempre me ha inspirado de Twiggy es que su imagen no era artificial. Era verdaderamente ella. Esa naturalidad sigue siendo un ejemplo para todas las mujeres que trabajan en la moda, el cine o cualquier campo creativo. La belleza nace de ser fiel a una misma”, subrayó Sadie.
Sobre el contraste entre el pasado y el presente, Twiggy reflexionó: “En la década de 1960 ocurrieron cosas terribles, como la guerra de Vietnam, pero por otro lado, la gente era más inocente, más liberal y existían iconos más poderosos. Hoy en día, todo se percibe de forma muy negativa, y el activismo genera mucha tensión; antes era más romántico, más pacifista”. Confesó que el documental le ha reportado “mucha felicidad; es el retrato de una vida fantástica”.
