Con la llegada de la temporada festiva, la residente local Shanna Hillebrand alerta sobre la “muerte silenciosa” de los pequeños negocios en la provincia de Málaga, donde se estima que 3.872 empresas familiares han cerrado en los últimos dos años – un promedio de cinco cierres por día. En un apasionado llamamiento a sus conciudadanos de la Costa del Sol, Hillebrand anima a todos a realizar un cambio consciente, apoyando a tiendas y restaurantes locales esta Navidad para ayudar a frenar esta tendencia.
“Cada vez más negocios locales están bajo presión, a pesar de ser la columna vertebral de nuestra comunidad. Debemos ser más conscientes de nuestros hábitos de consumo”, declaró Hillebrand a Euro Weekly News, subrayando el papel vital de estas empresas familiares. Según el Instituto de la Empresa Familiar, dichas empresas representan el 90% del total en España y generan el 70% del empleo a nivel nacional. Sin embargo, en zonas como Fuengirola, se ven cada vez más presionadas por la comodidad de las compras online y los precios agresivos de las grandes cadenas y multinacionales.
Efecto dominó en nuestras comunidades
El impacto de estos cierres va mucho más allá de los escaparates, creando lo que Hillebrand describe como un “devastador efecto dominó”. “Simplemente no pueden competir con el poder de compra y el volumen de ventas de los gigantes del retail, y eso podría resultar muy costoso para la sociedad en su conjunto”, advierte. Cuando un negocio local desaparece, conlleva pérdida de empleo, menor gasto en la comunidad, locales vacíos e incluso la depreciación de los inmuebles. Hillebrand añade que este efecto cascada golpea con más fuerza a asociaciones locales, fundaciones y eventos comunitarios, ya que los negocios en dificultades se ven obligados a recortar patrocinios. “Surge un efecto dominó negativo que afecta a mucha gente y organizaciones”, explica.
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No obstante, ella cree que pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia, especialmente durante la ajetreada temporada navideña. Insta a sus vecinos a redirigir solo entre un 10 y un 20% de su presupuesto hacia los comercios locales, lo que podría suponer un apoyo crucial para innumerables familias de la región. Con la Navidad en el horizonte, su mensaje es claro: prioricen la compra de alimentos, decoración y regalos en las tiendas del barrio, y reserven mesa en restaurantes familiares – en su localidad. “Cada euro gastado localmente ayuda a las empresas familiares a sobrevivir y mantiene vivos nuestros barrios. Esta Navidad, comprar local no es solo conveniente, es esencial”, enfatiza.
Economistas locales hacen eco de su preocupación, señalando que fortalecer a los pequeños negocios no solo preserva empleos, sino que también fomenta una comunidad más fuerte y cohesionada. Mientras Fuengirola se prepara para las fiestas, los residentes tienen una oportunidad oportuna para cambiar el rumbo – con cada compra. Eligiendo lo local esta temporada, los consumidores pueden ayudar a garantizar que el corazón de su ciudad siga latiendo con fuerza en el año nuevo.