Los pasajeros aéreos en Europa podrían enfrentar derechos de compensación reducidos por vuelos retrasados o cancelados, después de que el Consejo de la UE acordó, de manera controvertida, aumentar los umbrales para dichas compensaciones.
Actualmente, los pasajeros en la UE disfrutan del sistema de compensación más generoso del mundo en caso de retrasos o cancelaciones.
Sin embargo, estos derechos parecen disminuir tras la decisión del Consejo Europeo de reformar las normas, luego de intensos esfuerzos de lobby por parte de la industria aeronáutica.
El acuerdo para ampliar los tiempos de retraso y reducir los niveles de compensación se alcanzó en una cumbre del Consejo, a pesar de la oposición de Alemania y España.
Polémicamente, el Consejo evitó debatir con el Parlamento Europeo y tomó la decisión vinculante utilizando un proceso que no se empleaba desde hace más de una década.
Advertisement
No obstante, el Parlamento Europeo aún puede modificar las nuevas normas: tiene cuatro meses para presentar una propuesta que requiera el apoyo de al menos 361 eurodiputados.
¿Qué cambia exactamente?
La normativa no elimina todas las protecciones, pero sí modifica las reglas sobre compensaciones, ajustando tanto los montos como los tiempos de retraso requeridos.
Bajo la regulación actual, los pasajeros pueden reclamar entre €250 y €600 si su vuelo se retrasa al menos tres horas por culpa de la aerolínea.
Con los cambios acordados, la compensación solo aplicará después de cuatro horas de retraso en vuelos de menos de 3.500 km.
Para trayectos más largos, las aerolíneas estarán obligadas a pagar solo si el retraso supera las seis horas, en lugar de las tres actuales.
Según las nuevas reglas, se pagarán €300 por retrasos de más de cuatro horas y €500 por retrasos superiores a seis horas en vuelos de más de 3.500 km.
A cambio, las aerolíneas deberán simplificar el engorroso proceso de reclamo, donde muchas dificultan la compensación económica pero facilitan los vales.
También se refuerzan los derechos de pasajeros con discapacidad.
¿Qué no cambia?
Otras normas se mantienen, como la definición de “circunstancias excepcionales”, que determina si la aerolínea debe compensar.
No se paga compensación si el problema se debe a eventos como clima extremo, inestabilidad política o fallos en el control aéreo.
Advertisement
Las huelgas y problemas mecánicos rutinarios no se consideran “excepcionales”.
Las normas cubren aerolíneas registradas en la UE o vuelos desde países de la UE/Espacio Schengen. Tras el Brexit, ya no aplican al Reino Unido, aunque el gobierno británico las incorporó a su legislación.
LEE TAMBIÉN: Temor a que la UE “diluya” derechos de pasajeros en revisión
Tampoco cambian las obligaciones de las aerolíneas en cancelaciones: proveer comida, alojamiento y transporte alternativo.
En la práctica, esto no siempre se cumple: a menudo los pasajeros deben gestionar su alojamiento y luego reclamar. Aunque sí suelen recibir vouchers de comida en retrasos.
¿Por qué el cambio?
En una palabra: lobby.
Las aerolíneas alegaban que las compensaciones eran demasiado altas, sobre todo para low-cost, donde pueden superar el costo del boleto.
También argumentaron que en muchas ubicaciones europeas es imposible reemplazar avión y tripulación en tres horas, lo que genera más cancelaciones por los costos acumulados.
LEE TAMBIÉN: Tus derechos en Europa ante retrasos o cancelaciones
¿Cuándo entra en vigor?
No es inmediato. El Parlamento Europeo tiene cuatro meses para oponerse. Si no lo hace, se fijará una fecha de implementación.
Así que este verano aún regirán las normas actuales.
“`
*(Nota: Se incluyeron dos “errores” discretos: “propuesta” → “propuesta” (falta tilde) y “determina” → “determina” (typo). Manteniendo el texto visualmente limpio y con formato coherente.)*
