Diciembre trae consigo uno de los eventos astronómicos más esperados y espectaculares del año: la lluvia de estrellas de las Gemínidas. Este fenómeno, considerado el más intenso y generoso del año por la frecuencia y brillo de sus meteoros, será visible en toda España durante varios días, alcanzando su máximo esplendor en la noche del 13 al 14 de diciembre. A diferencia de otras lluvias de meteoros, las Gemínidas son particularmente fáciles de observar, incluso para quienes carecen de conocimientos especializados en astronomía.
Las Islas Baleares ofrecerán condiciones de observación idóneas, con pronósticos que apuntan a cielos despejados. Se recomienda a los observadores buscar ubicaciones alejadas de la contaminación lumínica para apreciar en toda su magnitud lo que los astrónomos denominan el fenómeno astronómico más potente del año.
Salvador Sánchez, director científico de la Fundación del Instituto de Astronomía y Astronáutica de Mallorca (Fiaam), aconseja situarse mirando al noreste después de la medianoche, dirigiendo la vista hacia la constelación de Géminis –de la cual la lluvia toma su nombre– para disfrutar de la mejor experiencia visual.
Si bien el periodo de actividad de las Gemínidas se extiende aproximadamente del 4 al 20 de diciembre, el pico absoluto tendrá lugar entre las 2 y las 3 de la madrugada de la noche del 13 al 14.
Cómo capturar el espectáculo celeste
Sánchez anima a los observadores a intentar fotografiar los meteoros con teléfonos móviles, que a menudo pueden capturar más detalles que el ojo humáno. Para obtener los mejores resultados, conviene asegurarse de que el dispositivo esté completamente cargado y utilizar un modo de exposición lenta –entre 10 y 30 segundos– para lograr imágenes nítidas del fenómeno.
Qué hace especiales a las Gemínidas
Bajo condiciones ideales de cielo oscuro, los observadores pueden llegar a ver hasta 120 meteoros por hora, aunque la visibilidad real varía según la ubicación y las condiciones atmosféricas. Técnicamente, el mejor momento para la observación coincide con la máxima elevación de la constelación de Géminis, que sirve como punto radiante aparente de la lluvia. Esta condición de altura se cumple durante la mayor parte de la noche, ofreciendo amplias ventanas temporales para su avistamiento.
A diferencia de la mayoría de las lluvias de estrellas, que se originan a partir de cometas, las Gemínidas son causadas por los desechos de un asteroide –en concreto, el 3200 Faetón–, lo que las convierte en un evento singular dentro del calendario astronómico anual.