Los mercados han experimentado altibajos en las últimas semanas, con niveles de volatilidad no vistos en mucho tiempo. A pesar de la incertidumbre, Europa se encuentra en una posición bastante sólida.
Desde el inicio del año, las acciones europeas han superado a las acciones estadounidenses, ya que los inversores han notado un valor relativo en comparación con los mercados estadounidenses que están en gran medida sobrevalorados.
Además, los mercados europeos se benefician de los planes de inversión de los gobiernos en defensa e infraestructura, lo que debería traducirse en un mejor crecimiento.
Los consumidores europeos, a pesar de expresar preocupaciones en diversas encuestas, han mostrado resistencia en un período de altas inflaciones y tasas de interés. Las tasas de empleo en muchos países siguen siendo estables.
Un posible impulsor adicional del crecimiento podría ser la implementación por parte de la Comisión Europea de la unión de capitales e inversiones, que canalizaría los ahorros europeos para apoyar la expansión de las empresas en Europa.
Además, la Comisión debe seguir trabajando en la eliminación de barreras comerciales y de inversión dentro de Europa, simplificando regulaciones y mejorando las relaciones comerciales con otras economías.
A medida que Estados Unidos continúa reajustando el entorno comercial global, es probable que los mercados financieros sigan siendo volátiles. Aunque la amenaza de aranceles se ha reducido, la propuesta inicial asustó a los mercados.
La pausa anunciada recientemente permitirá a los países negociar términos menos severos, a las empresas prepararse para el impacto en sus cadenas de suministro y a los inversores evaluar completamente su impacto.
En cuanto a Europa, se espera que cualquier medida arancelaria afecte al crecimiento, revirtiendo una posición previamente mejorada. Será crucial para los inversores filtrar toda la información disponible.
Existen muchas incógnitas que podrían afectar a algunas empresas más que a otras. Por ejemplo, los sectores europeos más grandes con exposición al comercio con Estados Unidos son los sectores automotriz y farmacéutico.
Esperar y ver cómo reaccionan los países y las empresas
Si observamos los mercados crediticios, vemos que los inversores están asumiendo un nivel creciente de riesgo, pero aún no a niveles que sugieran escenarios graves en el horizonte.
Los diferenciales de crédito se han ampliado, pero hasta ahora solo han alcanzado sus niveles promedio históricos de los últimos cinco años, no llegando a los niveles vistos durante la pandemia y la crisis en Ucrania a principios de 2022, con los altos precios energéticos que siguieron.
Una razón para esto es que muchas empresas europeas han fortalecido sus balances, mejorado su financiación y aumentado sus márgenes tras superar las recientes crisis. Los bancos europeos también se encuentran en buena forma y las tasas de incumplimiento corporativo son relativamente bajas.
Según el índice europeo de Kbra DLD de expectativas de incumplimiento de crédito privado, se espera una tasa de incumplimiento del 1.25% en 2025.
A pesar de que la seriedad del impacto podría cambiar esta estimación, habrá que esperar para ver cómo reaccionan países y empresas ante la situación.
Gordon Kerr es el estratega macroeconómico europeo de la agencia de calificación global Kbra.
