Los trastornos de ansiedad son un grupo de condiciones de salud mental caracterizadas por miedo, preocupación y aprensión persistentes y excesivos. Podrías experimentar síntomas como inquietud, latidos rápidos del corazón, dificultad para concentrarte y una sensación abrumadora de temor. Si no se tratan, los trastornos de ansiedad afectan significativamente tu funcionamiento diario y calidad de vida.
Estos trastornos se caracterizan por respuestas emocionales y físicas intensas. Puedes encontrarte teniendo ataques de pánico, evitando situaciones sociales o luchando con pensamientos obsesivos. Los signos comunes incluyen nerviosismo constante, irritabilidad y fatiga, que interfieren con tu trabajo, relaciones y bienestar general. Si la ansiedad no se aborda, a menudo conduce a consecuencias graves como depresión, abuso de sustancias o problemas de salud crónicos.
Investigaciones recientes de Frontiers in Public Health1 revelan que desde 1992 hasta 2021, el número global de casos de trastornos de ansiedad aumentó un 73.44%, con tasas de incidencia estandarizadas que aumentaron un 21.17%. Entre las naciones BRICS (Brasil, Federación Rusa, India, China y Sudáfrica), India experimentó el aumento más dramático, con un aumento del 113.3%, mientras que China exhibió el menor crecimiento con un 2.79%.
Brasil y Sudáfrica también informaron cambios significativos, reflejando diversos factores socioeconómicos en estos países. Estas estadísticas destacan una preocupante tendencia al alza en los trastornos de ansiedad, enfatizando la necesidad de intervenciones específicas en salud mental.
Si tú o alguien que conoces está luchando con la ansiedad, es importante reconocer el impacto más amplio de estos trastornos. La ansiedad no solo afecta a los individuos, sino que también impone cargas sociales y económicas sustanciales a la sociedad. Los desafíos para mantener el empleo, sostener relaciones y manejar tareas diarias son comunes.
Además, el aumento en la incidencia de la ansiedad contribuye a costos de atención médica más altos y a una productividad reducida, destacando la necesidad urgente de estrategias integrales de salud pública para abordar esta creciente preocupación. Soluciones naturales simples, como la respiración lenta, ofrecen una opción holística para aliviar la ansiedad.