Pie de foto: La época más agobiante del año
Crédito: Shutterstock, Drazen Zigic
Las fiestas pueden resultar abrumadoras. Regalos que comprar, pavos que descongelar, parientes con los que lidiar. Todo puede empezar a percibirse como una carga, más estresante que festivo. Si notas que estas Navidades te embarcas por una pendiente resbaladiza, no te inquietes. Existen formas sencillas de mantener los pies en la tierra, disfrutar de la temporada y proteger tu bienestar mental y físico. He aquí algunos consejos para retomar el buen camino.
Aliméntate bien
La Navidad es un deleite gastronómico, pero el hecho de que la comida sea buena no implica que sea saludable. Lo que ingieres puede afectar enormemente tu estado de ánimo y tus niveles de energía. Es común sentirse aletargado o irritable tras un día de excesos. Si te sientes desanimado, prueba a hacer una comida equilibrada para despejar la mente y recargar energías para el resto de las fiestas.
Bebe con moderación
El mismo razonamiento se aplica al alcohol. Suele ser un componente fundamental de las celebraciones navideñas. Socialmente se acepta abrir una lata a primera hora de la mañana de Navidad, y deberías aprovechar eso. Aunque el alcohol puede alegrarte, también puede provocar un bajón repentino.
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Si percibes que el alcohol afecta a tu energía o a tu estrés, plantéate cambiar el champán por alternativas sin alcohol. Bebidas chocolateadas, cócteles sin alcohol afrutados o agua con gas con un toque cítrico pueden mantener el buen ánimo sin la resaca.
Haz una lista y revísala dos veces
El verdadero héroe de la Navidad no es Papá Noel, sino tu lista de tareas. Planificar con antelación puede ahorrarte mucho estrés. Anota todo lo que necesitas hacer, desde comprar regalos hasta preparar la comida, y divide las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables.
Date suficiente tiempo para completar cada ítem. Tachar cosas de la lista no solo es productivo, sino además increíblemente satisfactorio, proporcionándote una sensación de control en medio del caos.
Reserva tiempo para ti
Sin duda, la Navidad es la época de dar, pero eso es difícil de hacer si no te queda energía para ti mismo. Alejarse un momento y dedicarse un merecido tiempo personal no es egoísta, es esencial. Incluso una pausa breve para leer un libro, dar un paseo o acostarse antes que el resto de la familia puede recargar tus pilas.
Recuerda: las fiestas están para disfrutarlas. Alimentándote bien, bebiendo con responsabilidad, planificando y cuidándote, puedes evitar el agotamiento y saborear auténticamente la temporada.
