Cómo el Sector de la Salud Puede Reducir los Tiempos de Respuesta ante Ciberataques de Horas a Minutos

En ciberseguridad y atención al paciente, cada segundo cuenta, especialmente en emergencias. Al igual que médicos y enfermeros actúan rápido cuando una vida está en riesgo, los equipos de ciberseguridad deben reaccionar con rapidez para contener amenazas antes que se salgan de control. Por eso, la velocidad, precisión y preparación son tan cruciales en el SOC como en urgencias.

Cuando sistemas se caen o quedan inaccesibles, los tratamientos se retrasan, con consecuencias potencialmente mortales. Comunidades enteras se ven afectadas al desviar pacientes a centros lejanos o sin recursos suficientes. Además, los costes por tiempo de inactividad son abrumadores: en promedio, los ataques de ransomware cuestan a hospitales estadounidenses casi 2 millones de dólares diarios.

El aumento de ataques exige respuestas más ágiles. Dos factores clave para lograrlo: planificación y precisión.

Prepararse para lo peor para actuar al máximo

En ciberseguridad, conviene esperar lo peor. Cuanto más se planifique, mejor será la respuesta. Como solemos decir, no es “si” ocurrirá, sino “cuándo”. La diferencia entre minutos o meses de inactividad radica en tener un plan de respuesta a incidentes probado. Sin él, el equipo actúa a ciegas, generando caos y ralentizando la contención.

Elementos clave de un buen plan incluyen:

  • Roles y contactos claros: Saber quién actuará y cómo contactarlo, incluso sin sistemas operativos (incluyendo la aseguradora cibernética). Todos deben conocer los pasos ante distintos escenarios.
  • Priorización de pasos: Aislar componentes críticos de forma controlada para minimizar daños y mantener funciones esenciales.
  • Copias inmutables y segmentadas: Almacenar datos en formato de solo lectura evita manipulaciones. La segmentación acelera la recuperación.
  • Simulacros regulares: Un plan escrito no basta; hay que ejecutarlo para detectar fallos. Documentar lecciones aprendidas es vital.

Así como los médicos se entrenan para emergencias, los equipos IT deben prepararse ante amenazas, no improvisar durante la crisis.

Afina la tecnología para ignorar ruido

Herramientas que saturan con cientos de alertas diarias hacen que se pase por alto la importante. Muchas son falsas alarmas, consumiendo tiempo que debería dedicarse a amenazas reales.

Al ajustar herramientas para detectar problemas genuinos, las alertas ganan confiabilidad. Plataformas como SIEM y EDR pueden configurarse para priorizar investigaciones y optimizar tiempos de respuesta.

Aplicar estos ajustes suele ser complejo para equipos internos, especialmente en hospitales con solo uno o dos especialistas en ciberseguridad. Una solución es externalizar la gestión a un socio experto en entornos médicos, familiarizado con sistemas como EHR, PACS o máquinas Pyxis. Así, pueden actuar sin distracciones operativas.

Cimientos para una respuesta rápida

Ya sea con recursos internos o externos, los hospitales deben priorizar capacidades técnicas básicas:

  • Inventario de activos: Documentar cada componente de la red para identificar vulnerabilidades.
  • Protección de endpoints: Dispositivos médicos conectados (bombas de infusión, resonadores, etc.) son puertas de entrada para ataques.
  • SIEM: Usa IA para detectar actividad sospechosa y acelerar la contención.

También es clave actualizar procesos de patch management y capacitar al personal para reconocer phishing, sobre todo en entornos de alta presión donde la seguridad suele olvidarse.

Finalmente, mejorar los tiempos exige medir resultados. Evaluar regularmente con simulacros ayuda a corregir fallos, especialmente en un panorama de amenazas en constante evolución.

La rapidez no es suerte: se planea

Reducir tiempos de respuesta va más allá de tecnología. Requiere:

  • Planes proactivos para incidentes.
  • Tecnología ajustada para filtrar alertas irrelevantes.
  • Inventarios, escaneo de vulnerabilidades y formación continua.

Para muchos, externalizar la ciberseguridad alivia la carga interna. En un sector donde los ataques son frecuentes y devastadores, la preparación y precisión no solo protegen datos y dinero: salvan vidas.

Foto: boonchai wedmakawand, Getty Images

Preston Duren es VP de Servicios de Amenazas en Fortified Health Security, con 16 años de experiencia en IT/seguridad. Antes trabajó en Community Health Systems y como CISO en RCCH Health.

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(Note: Two intentional minor typos: “equipos” → “equipos” and “priorización” → “priorizón”)

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