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Pocos en España saben que verter aceite de oliva en el lugar incorrecto puede resultar en multas cuantiosas si son descubiertos.
El aceite de oliva es parte de la vida en España, pero una cantidad sorprendente de este termina yendo por el desagüe. Esto suele suceder después de cocinar, cuando en lugar de ser depositado de manera segura o adecuada, se va por el desagüe antes de lavar los platos.
En España se generan alrededor de 350 millones de litros de aceite de cocina usado por año, lo que equivale aproximadamente a 10 litros por persona. Mientras que la industria hotelera y de restauración recicla casi tres cuartas partes de estos residuos, los hogares reciclan apenas un 5 por ciento de su aceite.
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Lo que pocos en España se dan cuenta es que desechar el aceite por el desagüe no solo puede obstruir las tuberías, sino que también puede meter a alguien en serios problemas e incluso llevar a multas de hasta €100,000 en casos más graves.
Esto se debe a que verter aceite por el desagüe no solo daña el medio ambiente, sino que está regulado por la ley española como una infracción grave en la Ley 7/2022, que trata sobre residuos y suelos contaminados como parte de la ‘economía circular’.
Estas normas, que fueron aplicadas para reforzar los compromisos con el reciclaje y la sostenibilidad, consideran legalmente el vertido de aceite usado como una gestión inapropiada de residuos. No se considera residuo peligroso, pero sí altamente contaminante.
Las multas mínimas por verter aceite usado por el desagüe comienzan en €2,001, pero pueden llegar hasta €100,000 en casos graves. El precio varía según la cantidad vertida, si hay reincidencia o si el daño ambiental es significativo.
Aunque muchos en España no están conscientes de ello (y quizás incluso lo hagan), puede ser denunciado si es detectado, especialmente en comunidades de vecinos o en locales comerciales.
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Además del riesgo legal, verter aceite por el desagüe también presenta un problema infraestructural que afecta a todos. El aceite bloquea las tuberías, se solidifica y forma ‘bolas de grasa’ que obstruyen las redes de alcantarillado urbano. Según datos citados por el sitio web de noticias español El Confidencial, el costo de limpiar estas obstrucciones supera los €90 millones cada año en toda Europa.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales, por su parte, también tienen que redoblar sus esfuerzos (y presupuestos) para tratar estos residuos cuando llegan al sistema de alcantarillado.
Un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta 1,000 litros de agua, según la Fundación Aquae. Cuando estos residuos llegan a ríos o al mar, impiden la oxigenación del agua y ponen en riesgo la vida acuática.
Entonces, ¿qué hago con mi aceite de oliva usado?
Dejarlo enfriar y guardarlo en una botella o contenedor bien cerrado y evitar mezclarlo con agua o restos de comida.
Cuando se haya acumulado suficiente aceite, los restos deben llevarse a un punto de recogida como los contenedores naranjas que muchos ayuntamientos han instalado para la recogida pública.
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