¿Sabías que este domingo es el Día de James Bond? El 5 de octubre se celebra todo lo relacionado con 007, porque fue la fecha del estreno mundial de ‘Dr. No’, la primera película de Bond, protagonizada por Sean Connery en 1962. Imagínalo como el Día de Star Wars, pero con menos Wookiees y Ewoks y mucha más elegancia en esmoquin.
Sin embargo, este año la llegada del Día de Bond (o JBD, como casi nadie lo llama) es un poco decepcionante. No ha pasado tanto tiempo desde que se anunció a Denis Villeneuve como director de la próxima película de Bond (en junio, de hecho) y menos aún desde que contrataron a Steven Knight de ‘Peaky Blinders’ para escribir el guión. Pero desde entonces, ha habido muy pocas señales de que vayan a revelar quién será el nuevo 007, y aún menos idea de hacia dónde irá esta franquicia tan venerable. Solo tenemos rumores de la prensa de Hollywood que dicen que los productores buscan un británico relativamente joven (entre 20 y 30 años), que podría ser una persona de color pero que no será una mujer, ni una estrella conocida, ni alguien de quien hayamos oído hablar.
Por supuesto, esta es una mala noticia para los muchos sitios de apuestas en línea que llevan meses ganando dinero intentando convencer a la gente de que la carrera está entre Callum Turner, Aaron Taylor-Johnson, Henry Cavill, Theo James, Leo Woodall y ese tipo atractivo de ‘Saltburn’ que en realidad es australiano.
Curiosamente, la última vez que la franquicia cinematográfica optó por un completo desconocido fue en 1969, cuando George Lazenby cogió brevemente la Walther PPK. Antes de eso, el propio Connery no era una estrella: había tenido algunos papeles menores en el cine y había trabajado un poco en teatro y como modelo (fue famoso por estar en el coro de la gira de ‘South Pacific’), además de trabajar como fisicoculturista y lechero en Edimburgo antes de conseguir el papel principal en ‘Dr. No’. Los productores Cubby Broccoli y Harry Saltzman específicamente no querían un nombre famoso; querían a alguien nuevo a quien el público aceptara como el propio Bond, no como un actor interpretando a Bond.
Repetir esta estrategia podría resultar un movimiento ingenioso, tal como lo fue a principios de los años sesenta. Pero contar con Villeneuve significa que no habrá excusas si este nuevo Bond resulta ser un fracaso. Ya no es posible recurrir a bolígrafos explosivos e insinuaciones cuando tu nuevo director es un autor solemne del cine de género, más conocido por sus épicas de ciencia ficción donde el sonido más fuerte es el miedo existencial del público.
Y, sin embargo, en muchos sentidos, la contratación de Villeneuve nos dice todo lo que necesitamos saber sobre la nueva dirección post-Daniel Craig. No habrá coches invisibles ni dobles sentidos, y probablemente tampoco recuperaremos al Sheriff JW Pepper pronto. Todo esto está muy bien si te gusta tu 007 con un toque moderno. Pero no nos dice cómo la visión de Villeneuve del asesino con estilo patrocinado por el estado británico se diferenciará de los 007 que le precedieron (especialmente si la nueva era no elige llevar toda la historia de vuelta a la ambientación original de los años 50 y 60 de Ian Fleming).
Craig fue inmediatamente reconocido como un nuevo tipo de espía elegante cuando llegó en ‘Casino Royale’ (2006), un tipo duro con esmoquin que nunca se vería en un coche invisible o intercambiando juegos de palabras sexuales con Denise Richards mientras desactiva un misil nuclear. Hizo que el Bond sofisticado y lleno de artilugios de Pierce Brosnan, que solo unos años antes algunos consideraban el mejor Bond desde Connery, pareciera un Connery de karaoke dejado demasiado tiempo en el microondas.
No es que esto sea nada nuevo. Lazenby (brevemente) siguió a Connery, Brosnan siguió al infravalorado Timothy Dalton, y el Bond pasado de moda de la era tardía de Roger Moore siguió al brillantemente frío y despiadado Roger Moore de sus inicios. Cada era de 007 redefine a la anterior, pero cada una es, a su manera, James Bond 007, y vale la pena brindar por todas. Es solo un poco extraño que, mientras celebramos el Día de Bond de este año, se nos invite a brindar por uno que ni siquiera existe todavía.