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Patricia Kosseim, comisionada de información y privacidad de Ontario, pide reglas mas claras y transparencia tras investigaciones policiales en Canadá donde la policía ha usado métodos amplios. Cole Burston/The Canadian Press
En Burnaby, Columbia Británica, la policía investigaba la violación y asesinato de una niña de 13 años y realizó una operación encubierta en una celebración del Año Nuevo kurdo para atrapar al culpable, cuyo identidad era desconocida en ese momento.
Tras análisis de ADN que sugirieron que el sospechoso probablemente era kurdo, la RCMP se hizo pasar por investigadores de mercado de una empresa falsa de bebidas en el festival cultural. Agentes encubiertos sirvieron té al azar en mas de 140 vasos desechables, que luego fueron analizados. El ADN encontrado incluyó al hermano del sospechoso, un paso clave que permitió arrestar y condenar al asesino.
Esta operación del 2018 aparece en un nuevo informe de la comisionada de privacidad de Ontario, quien advierte sobre la falta de límites en investigaciones basadas en ADN. Patricia Kosseim pide controles para evitar “vigilancia genética sin freno”.
Ella llama a reglas más claras después de varias investigaciones donde la policía usó métodos amplios. Un técnica llamada genealogía genética investigativa cruza ADN de escenas del crimen con datos públicos en sitios web que la policía puede buscar, lo que ayuda a identificar sospechosos desconocidos mediante parientes genéticos.
“La ley sobre este tema es muy confusa”, dijo Kosseim. Su informe propone 12 límites para agencias policiales, los primeros en Canadá. Incluyen que la policía publique estadísticas sobre técnicas de ADN y informe al público en 90 días si su material genético fue analizado.
La RCMP ya tiene pautas preliminares para usar estas técnicas, según un documento interno. Se permite en casos como homicidios y violaciones cuando otras opciones se han agotado. Pero no hay requisitos de orden judicial para acceder a bases de datos privadas, motor de la genealogía genética.
Empresas como GEDmatch tienen repositorios de datos genéticos que la policía usa. Estos incluyen perfiles de personas que consienten compartir su información. Pero pueden identificar a millones de canadienses sin su consentimiento, advierte el informe.
La policía usa estos datos para enfocarse en sospechosos mediante familiares cercanos, luego confirman con ADN de objetos desechados, como tazas o chicles. Aunque los tribunales han considerado estas búsquedas legales, Kosseim dice que se necesitan mejores reglas para evitar abusos.
“Estas tácticas podrían convertirse en vigilancia genética sin control”, dijo. “Podría afectar a comunidades negras o indígenas solo por compartir ADN”.
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La policía ha usado genealogía genética para resolver 59 casos en Toronto. Chris Young/The Canadian Press