SAO PAULO (AP) — La Comisión Interamericana de Derechos Humanos está pidiendo un sistema de monitoreo permanente para rastrear el cumplimiento de Brasil con su recomendación tras las devastadoras inundaciones que golpearon el sur de Brasil hace un año.
Javier Palummo, el relator especial de la comisión, dijo a The Associated Press el jueves que la iniciativa tiene como objetivo mantener un canal permanente con el gobierno de Brasil y “fortalecer la rendición de cuentas pública, dar visibilidad internacional a las buenas prácticas y monitorear los riesgos de retrocesos, especialmente en las áreas más afectadas y para grupos vulnerables.”
Entre abril y mayo de 2024, inundaciones sin precedentes afectaron a casi todos los municipios en el estado sureño de Río Grande do Sul. Más de 2.3 millones de personas resultaron afectadas. Cientos de miles fueron desplazados y 182 murieron, según datos oficiales. Los analistas compararon la escala de la devastación con Hurricane Katrina, que golpeó a Nueva Orleans en 2005.
Un nuevo informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lanzado el miércoles destaca las marcadas desigualdades en el proceso de recuperación. Comunidades indígenas y comunidades quilombolas —que son el hogar de descendientes de esclavos fugitivos—, hogares encabezados por mujeres y personas sin hogar han enfrentado desafíos significativos para acceder a la ayuda de reconstrucción y servicios públicos.
“Estos grupos a menudo informaron de ser excluidos de la planificación de la recuperación”, dijo Palummo. “La falta de regularización de tierras y el limitado compromiso institucional refuerzan las desigualdades históricas.”
Palummo visitó áreas afectadas por las inundaciones en diciembre. Citó la solidaridad de una comunidad quilombola donde las mujeres lideraron los esfuerzos de ayuda como especialmente conmovedora. También señaló a la población Mbyá-Guaraní de Eldorado do Sul, que perdió sus hogares y escuela primero por las inundaciones, y luego por un proyecto de construcción. Obligados a reasentarse cerca de una carretera, ahora enfrentan inseguridad, riesgos para la salud y pérdida cultural.
“Estos desastres no son simplemente naturales, se ven agravados por el descuido crónico”, dijo. “Reflejan profundas desigualdades estructurales y una creciente vulnerabilidad climática alimentada por el crecimiento urbano no planificado, la degradación ambiental y el racismo ambiental.”
Según dijo, el informe es el primero de su tipo por la comisión afiliada a la Organización de los Estados Americanos. Palummo presentará los hallazgos la próxima semana a las comunidades locales en Porto Alegre y a funcionarios federales y estatales. También hablará en una audiencia pública el 8 de mayo en Brasilia.
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