La campaña de pesca de atún de almadraba comenzó oficialmente el lunes, con el primer atún rojo del Atlántico siendo izado a bordo de los barcos pesqueros frente a la costa de Barbate en la provincia de Cádiz.
Los pescadores que trabajan para Petaca Chico, la empresa que opera la almadraba más grande de las cuatro restantes en Cádiz, lograron capturar alrededor de 80 atunes rojos del Atlántico durante la captura inicial.
Utilizando una técnica antigua y sostenible que se remonta a más de 3.000 años, atrajeron a los poderosos peces a un laberinto de redes complejo, antes de que buceadores armados con fusiles submarinos entraran en el agua para dar un disparo rápido y humano a cada ejemplar.
Algunos de los atunes capturados durante esta primera pesca pesaban más de 400 kilogramos. Una vez asegurados, los peces fueron transportados rápidamente a tierra para ser procesados y vendidos frescos.
Algunos ejemplares pueden crecer hasta cuatro metros de largo
Pero la temporada de atún también trae de vuelta a un invitado bastante indeseado al Estrecho de Gibraltar: las orcas.
Estos inteligentes depredadores marinos son conocidos por seguir la ruta migratoria del atún rojo del Atlántico y ‘atacar’ a embarcaciones pequeñas.
Justo la semana pasada, ocurrió otro encuentro con orcas frente a la costa de Tarifa, donde un velero italiano fue ‘atacado’ por una manada de orcas.
Las orcas ‘juegan’ con las embarcaciones pequeñas, apuntando a los timones con sus cabezas en su juego acuático de fútbol, y en muchos casos causando daños a las embarcaciones.
El patrón del velero tuvo que contactar a los servicios de emergencia porque su timón fue destruido por el juego de las orcas.
Estos incidentes se están volviendo cada vez más frecuentes, especialmente alrededor del Estrecho, donde los encuentros entre embarcaciones y orcas han aumentado considerablemente desde 2020.
Aunque no se han producido fatalidades, los daños a las embarcaciones pueden ser significativos, y el miedo entre los marineros está creciendo.
Algunos capitanes locales ahora están amenazando con tomar medidas por su cuenta, e incluso sugieren matar a una orca para ‘darles una lección’ si las autoridades no intervienen.
Las orcas perjudican la economía local, porque muchos marineros dudan en volver al agua con sus embarcaciones, temiendo que sean víctimas del juego perjudicial de las orcas.
Con la llegada del verano, las preocupaciones están aumentando sobre un posible aumento en los encuentros con orcas, lo que podría tener efectos negativos para el turismo y la industria marítima en la región.
Si las autoridades locales o nacionales implementarán medidas para abordar la situación aún está por verse.