Escóndido en un callejón empedrado del casco antiguo de Palma, se encuentra Brasa Madre – un restaurante que se percibe como un secreto que uno se ve en la obligación de divulgar. La escena gastronómica de Mallorca se encuentra en un momento de apogeo y este local de influencia argentina – famoso por sus cocciones a la brasa – es una de sus llamas más brillantes.
Todo una lección magistral sobre la carne
La carta se lee como una carta de amor a los carnivoros y, bajo la dirección del Chef Chávez, el equipo busca cada día a los mejores ganaderos. El restaurante es renombrado por sus Carnes Maduradas, además de razas especiales como la Bos Taurus Primigenius, la auténtica Parda de Montaña (Valles del Esla), Simmental y Angus Certificado de Argentina. El chef selecciona personalmente nuevas piezas cada semana, como el Tomahawk que nos recomendaron durante nuestra visita.
El corte premier llegó aún chisporroteando y con un perfecto punto poco hecho en su interior. Cada bocado supone un equilibro entre humo, dulzor y una textura fundente, con un condimentado lo suficientemente sutil para permitir que el trabajo del fuego resplandezca.
Lo Más Leído en Euro Weekly News
Pasión por el fuego y el sabor
Ya en su tercera temporada, Brasa Madre rinde homenaje al arte de la parrilla con precisión y pasión. La carta permite que esta técnica sencilla pero poderosa brille, y su filosofía se arraiga en la simplicidad – producto excepcional, control técnico y respeto por el ingrediente. Aunque la carne acapara la atención, existe una amplia gama de delicias por probar: desde pulpo a la brasa hasta mollejas, además de patatas crujientes y guarniciones sobresalientes como la lechuga a la parrilla con bacon, crema agria y cebolla frita.
La cuidadosa selección de vinos de Claudio Tammaro complementa la experiencia de forma exquisita, destacando etiquetas premium argentinas junto a tintos españoles excepcionales de Rioja, Ribera del Duero y Priorat. Sus maridajes son reflexivos y sin complicaciones, diseñados para realzar los profundos y ahumados sabores de la parrila.
Una comida para el recuerdo
Además de la increíble comida, el encanto del restaurante reside en su atmósfera – íntima pero vibrante – con una acogida tan cálida como la parrilla misma, donde el personal se desvive por ofrecer recomendaciones y crear una experiencia personal. Los paneles de madera, los lujosos sillones de terciopelo verde y las lámparas doradas crean un ambiente que se siente a la vez sofisticado y acogedor.
En una ciudad repleta de buenos restaurantes, Brasa Madre ha labrado algo único. Es de esos sitios que abandonas planeando ya tu regreso. Ya sea para celebrar, para mostrar a tus visitas lo mejor de la cocina palmesana, o simplemente por antojo de un bistec extraordinario, este es el lugar indicado.
