CMAT: Crítica del disco ‘Euro-Country’ – Un pop celta gloriosamente pegadizo y profundamente identificable de una artista irrepetible

Ella quizás une dos de las tendencias culturales más dominantes de mediados de los 2020s – la llamada “ola verde” de actores, escritores y músicos irlandeses que dominan el zeitgeist; y la adopción irreverente de la música country por estrellas pop como Beyoncé, Lana Del Rey y Chappell Roan – pero no necesitas pasar mucho tiempo con Ciara Mary-Alice Thompson, de 29 años, para darte cuenta que es completamente única. ¿Quién más sacaría un pegadizo tema indie llamado The Jamie Oliver Petrol Station, en el que un odio irracional hacia el famoso chef y su franquicia de delicatessen en Shell (“¡Ese hombre no debería tener su cara en posters!”) la lleva a agarrarse desesperadamente a observaciones resbaladizas sobre la ansiedad social y sus propias sensibilidades estéticas? Incluso la canción más convencional de Euro-Country, el cool R&B-pop de Running/Planning, está cargada de letras locas sobre crear un novio imaginario, arrancarle la cabeza y luego prometer comprarle a dicha cabeza una Nintendo y “todos los juegos”.

La portada de Euro-Country. Fotografía: CMATBaby/AWAL/PA

Thompson – que ganó aclamación instantánea en Irlanda con su debut de 2022 *If My Wife New I’d Be Dead*, y consolidó su estatus en el Reino Unido con su secuela nominada al Mercury *Crazymad, for Me* – no es excéntrica en el sentido de manic pixie dream girl, ni alternativa de una manera radical y alienante. En cambio, es profundamente identificable en su rareza. En el almibarado soul de Take a Sexy Picture of Me, captura la naturaleza formativa de la feminidad tóxica al contar un intento de depilarse las piernas con cinta a los nueve años, mientras que en Ready está atrapada en el mensaje – promovido por Gwyneth y otros – de que las mujeres deben dedicarse a una auto-perfección infinita a costa de vivir de verdad. En Coronation St, esperando que su vida empieze, sobre una guitarra rasgueada, se siente como una cantinera de telenovela sin líneas. De hecho, Corrie recibe más de una mención en su tercer álbum, que se enriquece con una mezcla de referencias culturales – Dorian Gray, Veruca Salt, Calpol, Kerry Katona – tanto una señal de humor camp como de una mente voraz que busca explicar y evocar pensamientos que existen justo al límite de la conversación cotidiana.

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CMAT: Euro-Country – video

Uno de estos paisajes emocionales también es geográfico: entre las principales preocupaciones de Euro-Country están los sentimientos complicados de Thompson hacia su tierra natal. Combinando el comercio regional mundano y el arte folclórico llamativo y cursi, la portada del álbum pincha la reputación mística de Irlanda al mostrar a la músico saliendo de una fuente del centro de la ciudad en color hiper-saturado. Pero luego ella se entrega a su propio romanticismo gracioso en el tema de apertura Billy Byrne from Ballybrack, the Leader of the Pigeon Convoy, que aplica un filtro con eco y un fondo de sintetizadores que crece suavemente a una grabación de un hombre hablando de las condiciones del viento, infundiendo sus palabras con una calidez soporífera que es a la vez familiar y de otro mundo.

Una canción después, en el tema homónimo e indiscutible punto álgido, Thompson fusiona una historia condensada de las penurias económicas del país (“Tenía 12 años cuando los papás empezaron a suicidarse a mi alrededor”) con reminiscencias amargas sobre su propia adolescencia estancada en el condado de Meath (“Todo el merodeo por las tiendas, y la falta de identidad”), todo contado en una mezcla de tonos hermosos y vagamente yodel, melancolía al estilo Lana y coros de ardilla que recuerdan a los experimentalistas de Norwich Let’s Eat Grandma. Y es gracioso. Y es pegadizo.

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“Esperé el amor / Con un bate de cricket,” comienza When a Good Man Cries, una preciosa endecha que tempera un violín estridente y rasgos del cursi country-pop de los 90 con armonías sublimes al estilo Fleetwood Mac. Milagrosamente, las letras distintivas de Euro-Country nunca opacan la música, que a menudo es sutil pero igual de meticulosamente inventiva – desde el blues maximalista de Janis Joplining hasta el goth-folk impulsivo de Tree Six Foive – y siempre es una gran vitrina para la preciosa voz de Thompson.

Aún así, Euro-Country es excepcional por cómo Thompson constantemente se esfuerza – a veces con ironía, a veces con seriedad, siempre de manera entretenida – por capturar las entrañas psicológicas desordenadas que no encajan en el molde de la canción pop típica. El tema indie minimalista Lord, Let That Tesla Crash es un tributo a un viejo compañero de piso que murió, pero cualquier amenaza de sentimentalismo sin sentido es instantáneamente destripada cuando Thompson admite: “No te extraño como debería.” Su dolor está enredado con evasión emocional y afecto no correspondido (un tema recurrente); su dolor sublimado en furia dirigida al dueño del Tesla que aparcó fuera de su antiguo hogar. Es CMAT clásica: un mar revuelto de encanto, caos, sustancia, tristeza y perspicacia penetrante – y una prueba más de que esta estrella naciente está en una clase aparte.