Un número de ciudades francesas han impoesto toques de queda nocturnos para los jóvenes después de una ola de violencia relacionada con el narcotráfico.
Nîmes en el sur fue la última en implementar medidas, que las autoridades dijieron que eran para prevenir que los menores de 16 años se expongan a la “violencia” y para “contener tensiones”. También se enviarán unidades adicionales de policía.
Durante el último mes, varios tiroteos – uno a plena luz del día – dejaron una persona muerta y varios heridos.
La semana pasada, el cuerpo de un hombre de 19 años fue encontrado parcialmente quemado en las afueras de Nîmes.
Anunciando el toque de queda – que está en vigor entre las 21:00 y las 06:00 – el alcalde Jean-Paul Fournier dijo que la situación se había vuelto “inaguantable” y que los narcotraficantes habían creado un “clima de miedo y terror”.
El vicealcalde Richard Schieven dijo que el toque de queda protegería a los menores que no están involucrados en el tráfico de drogas “pero también a los de 12 o 13 años que son explotados por los narcotraficantes”.
Béziers, a 120 km (75 millas) al suroeste, ha mantenido un toque de queda para niños menores de 13 años entre las 23:00 y las 06:00 desde el año pasado y lo amplió a menores de 15 en ciertas áreas en marzo pasado. “Ningún niño de 10 años en la calle a las 02:00 está haciendo nada más que travesuras,” dijo el alcalde Robert Méanrd en 2024.
A pesar de las medidas, Béziers sigue siendo acosada por la violencia. Durante el fin de semana, jóvenes con pasamontañas atrajeron a la policía y luego los atacaron con fuegos artificiales, según reportaron los medios locales.
Un incidente similar ocurrió en Limoges en el suroeste de Francia. La ciudad también ha impuesto medidas de toque de queda para menores de 13 años durante las vacaciones de verano – pero tras la violencia que involucró a 100 personas el fin de semana, el alcalde Émile Roger Lombertie dijo que los resultados de las medidas “no son buenos”.
“Tuvimos disturbios por parte de jóvenes, nadie pudo interceptar y arrestarlos, y el toque de queda fue inútil,” dijo Lombertie, añadiendo que más policía era necesaria para hacer cumplir las medidas.
Hace dos años hubo indignación en Nimes cuando un niño de 10 años fue asesinado por una bala en el área de Pissevin de la ciudad.
Los últimos desarrollos confirman una tendencia creciente que ha visto la violencia relacionada con las drogas expandirse más allá de Marsella – el epicentro de las guerras de pandillas en Francia por mucho tiempo.
Según el ministerio del interior, 110 personas murieron en Francia y más de 300 resultaron heridas en la violencia relacionada con las drogas en 2024.
El Ministro de Justicia Gérard Darmanin y el Ministro del Interior Bruno Retailleau han insistido durante mucho tiempo en la necesidad de luchar contra el flagelo del tráfico de drogas.
A principios de este año, impulsaron un proyecto de ley a través del parlamento que resulta en dos cárceles de máxima seguridad para los barones de las drogas, una nueva rama dedicada de la oficina de los fiscales, poderes adicionales para los investigadores y un estatus protegido especial para informantes.
Darmanin dijo el martes que “los primeros 17 narcotraficantes, entre ellos los más peligrosos de nuestro país”, fueron transferidos a una cárcel de alta seguridad en Vendin-le-Vieil en el norte de Francia.
Una ola de incendios provocados y ataques armados en prisiones francesas en la primavera se atribuyó ampliamente a las bandas de drogas que contraatacaban la represión del gobierno.
