NITEROI, Brasil (AP) — Artistas se retorcieron y giraban en el aire sobre la arena de una playa al otro lado de la bahía de Río de Janeiro en un espectáculo de circo aéreo que buscaba llamar la atención sobre el problema generalizado de la violencia contra la mujer en Brasil.
Seis mujeres y dos hombres realizaron por primera vez la pieza titulada “Solas somos pétalos, juntas somos rosas” el sábado en la ciudad de Niteroi, con los famosos monumentos de Río — la estatua del Cristo Redentor y el Pan de Azúcar — de fondo.
Al principio, una mujer con un body rosa y actitud desafiante camina con zancos. Los artistas masculinos la empujan al suelo. Pero la víctima se reapropia de su cuerpo explorando su fuerza física y gana coraje gracias a sus conexiones con otras mujeres. Al final, ella regresa sobre zancos aún más altos.
“Después de pasar por todo esto, crecemos aún más. Nos hacemos más fuertes. No es que sea una buena forma de aprender a ser mujer, pero al final acabamos entendiéndolo,” dijo Rosa Caitanya Hamilton Azevedo, una artista de 31 años que interpreta el papel de la víctima y que también ha sufrido violencia de género.
Juliana Berti Abduch, quien también ha sido víctima de este tipo de violencia, creó el proyecto de Acrobacias de Circo Suspendido en 2020. La primera actuación del grupo en 2023 se centró en la violencia doméstica. Ella dijo que esta nueva obra no es una continuación de ese espectáculo, sino una manera de seguir abordando y luchando contra la violencia en sus múltiples formas.
Participar en el proyecto puede ser sanador para las artistas que han sufrido violencia de género, quienes llegan con miedo y traumatizadas, según Berti Abduch.
“Desde el momento en que empiezan las clases, comienzan a superar sus limitaciones. Esto ayuda mucho en la vida en general. Estoy segura de que el proyecto ayudó a que las mujeres se sintieran mucho más seguras,” dijo Berti Abduch después del estreno de su obra.
Aproximadamente 100 personas se reunieron para ver la función, algunos de los cuales pasaban por allí y se pararon, intrigados por la impactante imagen visual que incluía aros aéreos, trapecios y telas, en una playa llena de gente haciendo pesas y jugando al voleibol.
“Me pareció impactante,” dijo Fabiane Curione de Medeiros, quien estaba entre el público. “Creo que el mensaje — de que las mujeres necesitan unirse y exponer la violencia — tiene que hacerse realidad.”
Más de una de cada tres mujeres en Brasil fue víctima de violencia sexual o de género durante el transurso de un año, según un informe de 2025 del centro de estudios Brazilian Forum on Public Safety, la cifra más alta desde que comenzaron los registros en 2017. Todas las formas de violencia contra la mujer han aumentado desde entonces.
Un ejemplo de la lucha continua por los derechos de la mujer en Brasil es el estatus legal del aborto. Aunque está permitido en tres circunstancias, incluso en casos de violación, en la práctica las mujeres a menudo enfrentan barreras significativas para acceder a estos servicios.
Durante la actuación, una serie de estadísticas alarmantes son difundidas por un altavoz cercano, incluyendo el hecho de que una mujer fue violada cada seis minutos en Brasil el año pasado, también según el foro de seguridad pública.
“El espectáculo genera un ambiente pesado, porque hablamos de la situación. Pero también mostramos que existen caminos y estrategias para luchar contra ello,” dijo Hamilton Azevedo.
“La performance en sí misma es una estrategia. Queríamos salir de ese lugar de tristeza y aferrarnos a la esperanza de que el futuro será mejor. Y construir ese futuro através del arte, el deporte y el empoderamiento de la mujer,” afirmó.
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