Cincuenta de los 315 niños secuestrados por hombres armados de una escuela católica en el estado de Níger, Nigeria, el viernes, han logrado escapar.
La Asociación Cristiana de Nigeria afirma que ya fueron reunidos con sus familias.
Actualmente se lleva a cabo una gran operación de búsqueda y rescate, dirigida por el ejército, para encontrar a los 265 niños y 12 maestros restantes que también fueron llevados.
Las autoridades en varios estados nigerianos ordenaron el cierre de escuelas tras este secuestro masivo y otro más pequeño ocurrido el lunes en el estado de Kebbi, donde 20 alumnos fueron raptados de una escuela internado.
En otro hecho, el gobernador del estado de Kwara informó que 38 personas secuestradas durante un servicio religioso la semana pasada fueron liberadas el domingo. Dos personas murieron en el ataque a la Iglesia Cristo Apostólica en Eruku.
Se dieron órdenes de cerrar muchas escuelas en los estados de Kebbi, Níger, Katsina, Yobe y Kwara.
La noticia del escape de los niños trajo un alivio bienvenido para las familias y para un país que ha estado angustiado por el destino de cientos de estudiantes secuestrados en el noroeste de Nigeria.
Según un grupo cristiano involucrado en el caso, los alumnos lograron escapar entre el viernes y el sábado en lo que se describe como un intento valiente y arriesgado de huir de sus captores.
Los estudiantes y profesores fueron llevados de la Escuela St. Mary en Papiri, estado de Níger. Reportes anteriores hablaban de 303 estudiantes y 12 maestros secuestrados.
Esta cifra supera a los 276 secuestrados durante el infame secuestro masivo de Chibok en 2014.
La policía local dice que hombres armados irrumpieron en St. Mary’s alrededor de las 02:00 (01:00 GMT), secuestrando a los estudiantes que se alojaban allí.
El gobernador del estado de Níger, Mohammed Umaru Bongo, anunció el sábado que todas las escuelas de la zona cerrarían, advirtiendo que este “no es momento para echar culpas”.
Pidiendo la liberación de los secuestrados, el Papa Francisco expresó “una inmensa tristeza” e instó a las autoridades a actuar con rapidez.
Dominic Adamu, cuyas hijas asisten a la escuela pero no fueron tomadas, dijo a la BBC: “Todo el mundo está débil… Nos tomó a todos por sorpresa”.
Una mujer angustiada dijo llorando a la BBC que sus sobrinas, de 6 y 13 años, fueron secuestradas, añadiendo: “Solo quiero que regresen a casa”.
El ejército, la policía y grupos de vigilantes locales están realizando una búsqueda de los niños, rastreando bosques cercanos y rutas remotas que se cree fueron usadas por los armados.
Las autoridades del estado de Níger dijeron que la Escuela St. Mary’s había ignorado una orden de cerrar todos los internados tras advertencias de inteligencia sobre un mayor riesgo de ataques. La escuela no ha comentado sobre esa acusación.
El secuestro de personas por rescate por parte de bandas criminales, conocidas localmente como bandidos, se ha convertido en un gran problema en muchas partes de Nigeria.
El pago de rescates fue prohibido por ley en un intento de cortar el suministro de dinero a estas bandas, pero ha tenido poco efecto.
El lunes, más de 20 escolares, que según se informa a la BBC son musulmanas, fueron secuestradas de una escuela internado en el estado de Kebbi.
Las autoridades allí han ordenado ahora el cierre de todas las escuelas secundarias y colegios.
El presidente nigeriano, Bola Tinubu, pospuso viajes al extranjero, incluyendo la cumbre del G20 en Sudáfrica este fin de semana, para abordar los problemas de seguridad.
Los ataques de esta semana siguen a afirmaciones de figuras de derecha en EE.UU., incluido el expresidente Donald Trump, de que los cristianos están siendo perseguidos en Nigeria.
Durante meses, activistas y políticos en Washington han alegado que los militantes islamistas están atacando sistemáticamente a cristianos. El gobierno nigeriano ha desestimado esta afirmación.
A principios de mes, Trump dijo que enviaría tropas a Nigeria “con las armas humeantes” si el gobierno de la nación africana “sigue permitiendo la muerte de cristianos”.
El gobierno nigeriano ha calificado las acusaciones de persecución cristiana como “una grave tergiversación de la realidad”.
Un funcionario dijo que “los terroristas atacan a todos quienes rechazan su ideología asesina: musulmanes, cristianos y personas sin fe por igual”.
En el noreste, grupos yihadistas han combatido al estado por más de una década.
Organizaciones que monitorean la violencia dicen que la mayoría de las víctimas de estos grupos son musulmanas porque la mayoría de los ataques ocurren en el norte del país, de mayoría musulmana.
En el centro de Nigeria, también hay frecuentes ataques mortales entre pastores, mayormente musulmanes, y agricultores, en su mayoría cristianos.
Sin embargo, los analistas dicen que estos suelen estar motivados por la competencia por recursos, como agua o tierra, en vez de por religión.
El grupo militante islamista Boko Haram tomó a 276 niñas de su escuela en el pueblo de Chibok en 2014.
El incidente atrajo atención internacional y generó una campaña mundial pidiendo su regreso, que incluyó una intervención de la entonces Primera Dama de EE.UU., Michelle Obama.
Muchas desde entonces han escapado o sido liberadas, pero hasta 100 siguen desaparecidas.
