La policía ha acordonado el recinto de 20.000 metros cuadrados, que albergaba decenas de puestos cada domingo.
El Ayuntamiento de Guardamar del Segura ha clausurado de forma definitiva el veterano mercadillo dominical de El Fogón, situado junto a la N-332 frente al polígono industrial Santa Ana, tras descubrir que llevaba tres décadas funcionando sin licencia municipal.
La Policía Local selló el recinto después de que la empresa responsable del mercadillo ignorara una orden de clausura anterior emitida por el consistorio.
El alcalde, José Luis Sáez, confirmó que la administración local lleva “muchos años” intentando que los operadores regularicen su situación. “Hemos solicitado en repetidas ocasiones la documentación necesaria para legalizar el mercadillo, pero no ha habido manera de conseguirlo”, declaró a la prensa española.
Aunque la empresa presentó algunos documentos, estos se consideraron incompletos e insuficientes para emitir una licencia de actividad. Tras caducar todos los plazos legales, el ayuntamiento decretó la clausura hace dos meses.
Si bien los operadores acataron inicialmente la medida, posteriormente reabrieron, presentando nueva documentación que los técnicos municipales determinaron que no podía ser admitida porque el caso ya estaba concluido.
Desde entonces, los agentes han sellado el recinto de 20.000 metros cuadrados, que albergaba decenas de puestos cada domingo. El sábado, la mayoría de los puestos ya estaban desmantelados, aunque varios restaurantes dentro del complejo aún se preparaban para abrir durante el fin de semana.
La policía ha acordonado el recinto de 20.000 metros cuadrados, que albergaba decenas de puestos cada domingo.
**Sigue Abierta la Vía Judicial**
El alcalde Sáez explicó que la empresa aún puede recurrir ante los tribunales y solicitar medidas cautelares para suspender la orden de clausura. No obstante, hasta esta semana, “no se ha presentado dicha solicitud”, afirmó.
**Una atracción popular pero problemática**
Durante años, el mercadillo de El Fogón ha sido uno de los destinos dominicales más populares de la Vega Baja, conocido por su mezcla de antigüedades, artículos de segunda mano, herramientas y productos de outlet. Sin embargo, también ha estado en el centro de varias controversias —fuentes policiales señalaron incidentes pasados relacionados con mercancías de “origen poco claro”.
El éxito del mercadillo solía provocar importantes retenciones en la N-332, con vehículos aparcados en la calzada y cruces constantes de peatones. Los problemas de tráfico solo se aliviaron tras la construcción de una nueva rotonda para servir a los desarrollos residenciales y comerciales de la zona.
**La clasificación del suelo impidió la legalización**
Sáez indicó que el principal obstáculo para legalizar el mercadillo es la actual clasificación del suelo como urbanizable —lo que significa que está reservado para futuro desarrollo urbano y no puede utilizarse para este tipo de actividad comercial.
“Al propietario del suelo, que también es el responsable del mercadillo, se le aconsejó explorar la opción de una licencia temporal, pero eso hubiera requerido un acuerdo con el agente urbanístico de la zona”, explicó el alcalde.
La zona afectada, conocida como Sector Z0-Oliverón, incluye planes para más de 2.300 viviendas nuevas y más de 500.000 metros cuadrados de suelo de uso mixto, combinando zonas residenciales y comerciales cerca del pinar de Moncayo y del área militar restringuida.
**Parte de una campaña más amplia**
El alcalde Sáez subrayó que esta clausura se enmarca dentro de una campaña más amplia para regularizar todas las actividades económicas que operan sin la debida autorización. “Desde que asumimos el gobierno hace diez años, nuestro objetivo ha sido garantizar que cada negocio cumpla con la normativa local y autonómica”, afirmó.
Señaló acciones sancionadoras previas, como la clausura del mercadillo de Moncayo el año pasado y los procedimientos judiciales en curso contra el mercadillo de Campo de Guardamar, que permanece abierto bajo medidas cautelares judiciales mientras se revisa su plan urbanístico especial.
Otros negocios, como una importante fábrica de piensos cerca de la CV-905, han logrado regularizar su actividad cumpliendo con los requisitos municipales —en ese caso, construyendo una nueva rotonda como parte del acuerdo.
En palabras del alcalde Sáez, “El ayuntamiento ha sido consistente con todos los negocios que no cuentan con la licencia pertinente.”
