Con un ligero frescor en el ambiente pero bajo un resplandeciente sol de noviembre, millares de corredores, caminantes, familias y amigos colmaron las calles de Vélez-Málaga el domingo 23 de noviembre con motivo de la 42ª Carrera Urbana de Vélez-Málaga y la 15ª Caminata de la Esperanza, transformando la localidad en un mar en movimiento de color rosa y celebración.
Lo que antaño comenzó como una tradición atlética local se ha erigido en uno de los eventos deportivos más entrañables y multitudinarios de la provincia, y la edición de este año superó con creces todas las expectativas. Los organizadores registraron una de las cifras de participación más elevadas en la larga trayectoria de la prueba, con corredores disputando los recorridos de 5 y 10 kilómetros, a los que se sumaron cientos de personas en la inclusiva caminata benéfica de las 12:30 horas, que dió la bienvenida a participantes de todas las edades y capacidades.
El ambiente en el Paseo de Andalucía y a lo largo del recorrido fue electrizante. Ovaciones, risas, música y un inconfundible sentimiento de comunidad colmaron el aire, mientras vecinos corrían codo con codo con visitantes, los niños competían al lado de sus abuelos y familias al completo cruzaban la meta tomados de la mano luciendo las camisetas rosas conmemorativas, ya convertidas en un símbolo de esperanza.
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El evento recaudó fondos cruciales para la Asociación Esperanza, que este año conmemora su decimoquinto aniversario prestando apoyo emocional, práctico y médico a mujeres afectadas por cáncer de mama en toda la comarca de la Axarquía. Cada euro procedente de las inscripciones, las donaciones recogidas en el recorrido y las aportaciones solidarias se destinarán íntegramente a la atención a pacientes, grupos de apoyo y campañas de concienciación para la detección precoz.
Un portavoz del ayuntamiento manifestó: “Una marea rosa irrumpió en las calles de Vélez-Málaga para celebrar la XLII Carrera Urbana de Vélez-Málaga y la XV Caminata de la Esperanza 2025. Este domingo, autóctonos y foráneos han corrido y caminado juntos por una causa buena y necesaria: la lucha contra el cáncer de mama. Juntos, ¡podemos!”
Mientras los últimos caminantes cruzaban la línea de meta entre aplausos y abrazos, y se colocaban las medallas al cuello de los participantes más jóvenes, un mensaje resonó con claridad: en Vélez-Málaga, la esperanza no es solo una palabra, sino una comunidad que se ata las zapatillas y camina y corre unida, cada paso del camino.