“Científicos documentan los restos del submarino de la Primera Guerra Mundial USS F-1, ubicado a 1,300 pies bajo el agua”.

En diciembre de 1917, 19 marineros que servían en un submarino estadounidense de la Primera Guerra Mundial hicieron el sacrificio definitivo durante una misión de entrenamiento.

Quizás adecuadamente, científicos han capturado fotos nunca antes vistas de su lugar de descanso bajo el agua cerca de la costa de California, justo antes del Día de los Caídos.

El submarino de la Marina de EE.UU., el USS F-1, se hundió tras una colisión con su barco hermano el 17 de diciembre de 1917. Ahora yace a 1.300 pies de profundidad en el fondo del océano, cerca de San Diego.

“Fue una experiencia increíblemente emocionante y humilde visitar estos restos históricos y honrar el sacrificio de estos valientes marineros estadounidenses,” dijo Brad Krueger, arqueólogo submarino del Naval History and Heritage Command (NHHC).

“Todos en el NHHC estamos agradecidos por esta colaboración, que también nos permitió documentar y evaluar el estado de los restos.”

La misión del NHHC es preservar y presentar una historia precisa de la Marina de EE.UU.

Entre el 24 de febrero y el 4 de marzo, investigadores del Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) usaron su sumergible tripulado Alvin y un vehículo autónomo llamado Sentry para capturar imágenes cercanas del naufragio.

“Como veterano de la Marina, hacer esta inmersión —junto con otro veterano y un historiador naval— fue un privilegio solemne,” dijo Rob Sparrock, oficial del Office of Naval Research, quien estuvo en el sumergible.

Durante casi ocho horas, hubo tiempo para reflexionar sobre los riesgos que enfrentan todos los marineros, pasados y presentes. También me recordó la importancia de estos entrenamientos, que aprovechan el conocimiento de inmersiones anteriores y la ingeniería sólida.

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Los científicos también estudiaron un avión torpederos de entrenamiento que se hundió en el mismo lugar en 1950.

“La tecnología avanzada y el trabajo en equipo fueron claves para obtener estas nuevas imágenes,” dijo Bruce Strickrott del WHOI, piloto principal de la expedición.

Fue un honor profundo visitar los restos del F-1.

El equipo realizó una ceremonia en memoria de los marineros perdidos, tocando una campana 19 veces sobre el lugar del submarino.

“La historia y la arqueología tratan sobre personas, y sentimos que era importante leer sus nombres en voz alta,” dijo Krueger.

La tecnología avanzada ayudó a documentar el naufragio, creando mapas detallados en 3D.

“Estas inmersiones requirieron experiencia especializada y equipo técnico,” explicó Anna Michel.

“Fuimos cuidadosos para compartir estas imágenes impresionantes, manteniendo el respeto que merecen estos sitios.”