Científicos buscan el ADN de una salamandra en peligro en los canales de la Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Hace sesenta años, los habitantes de una delegación llena de canales en la Ciudad de México podían sacar ajolotes —esas salamandras grandes que parecen pequeños dragones— del agua con sus manos porque había muchísimos. Ahora es casi imposible encontrarlos en la naturaleza.

Por eso, científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México están filtrando las aguas turbias de Xochimilco en busca de rastros de ADN de esta especie en peligro.

"Todos dejamos ADN en nuestro camino por el mundo, y eso se puede captar filtrando aire o agua", dijo el biólogo Luis Zambrano, del laboratorio de restauración ecológica de la universidad.

Al intentar monitorear la disminución de ajolotes, los científicos dependen cada vez más de esta técnica, ya que sus redes vuelven vacías en los estudios periódicos de la población, que solo existe en Xochimilco.

Toman muestras de agua de los canales y la filtran para buscar ADN ambiental —partículas genéticas dejadas por animales y plantas que entraron en contacto con el agua—. Luego comparan los resultados con perfiles de una biblioteca genética creada años atrás por científicos británicos, explicó Esther Quintero de Conservation International en México, que colabora con Zambrano desde 2023.

Recolectaron agua de 53 sitios en Xochimilco: 10 dentro de refugios (donde el agua es más limpia y filtrada) y 43 fuera de ellos. Hallaron ADN de ajolote dentro de las zonas protegidas y en un sitio sin protección.

Sobre ese lugar, Zambrano dijo: "Es muy poco", pero es señal de que hay posibilidad de recuperación, a pesar de la degradación ambiental y la contaminación de los canales.

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Hasta ahora, los investigadores solo han analizado un tercio de Xochimilco con esta técnica y el trabajo manual con redes, pero planean continuar y esperan presentar un censo actualizado a principios del próximo año.

La tendencia no es buena: de 6,000 ajolotes por km² en 1998, pasaron a solo 36 por km² en el último censo (2014).

Zambrano destaca que los esfuerzos de conservación sí funcionan, mejorando la calidad del agua, aumentando polinizadores y optimizando el uso del agua de Xochimilco en la ciudad.

Pero los políticos podrían hacer más, como prohibir la apertura de antros, spas y canchas de fútbol en las chinampas (islas artificiales tradicionales). En su lugar, el gobierno debería fomentar la agricultura tradicional, asegurando que los campesinos puedan vivir de ella.

Si se repara su hábitat, el ajolote puede encargarse del resto.

"El ajolote se reproduce mucho porque pone muchos huevos… puede recuperarse fácilmente, y sabemos cómo", dijo Zambrano.

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