Los niños jugaban felizes en el parque, corriendo y riendose mucho. El sol brillaba fuerte y hacía calor, pero ellos no se preocupaban. Sus padres miraban desde lejos, contentos.
De repente, uno de los niños se cayó al suelo y empezó a llorar. Su amigo corrió rápidamente para ayudarle, y pronto todos volvieron a reír. Fue un día muy divertido y especial.
