La policía serbia enfrentó a una gran multitud de manifestantes anti-gobierno que exigen elecciones anticipadas y el fin del mandato de 12 años del presidente Aleksandar Vucic en Belgrado.
Un mar de alrededor de 140,000 protestantes se reunieron en la ciudad, la mayor asistencia en meses, mientras las protestas lideradas por estudiantes aumentan la presión contra el gobierno populista. "¡Queremos elecciones!", gritaba la multitud.
Decenas fueron arrestados, con policías antidisturbios lanzando gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
El presidente Vucic acusó a los manifestantes de ser parte de un plan extranjero para usurpar su país. "Querían derrocar a Serbia, pero fracasaron", escribió en su Instagram.
El viernes, cinco personas fueron detenidas por supuestamente planear derrocar al gobierno, según un tribunal en Belgrado.
Tras los choques, el ministro de policía condenó la violencia y prometió arrestar a los responsables.
Meses de protestas en todo el país, incluyendo cierres universitarios, han sacudido a Vucic, cuyo segundo mandato termina en 2027, cuando también hay elecciones parlamentarias.
Sladjana Lojanovic, una agricultora de 37 años, dijo que vino a apoyar a los estudiantes. "Las instituciones están usurpadas y hay mucha corrupción. Las elecciones son la solución, pero dudo que él (Vucic) quiera irse en paz", declaró.
Vucic ha rechazado elecciones anticipadas. Su partido tiene 156 de 250 escaños parlamentarios.
Sus opositores lo acusan de vínculos con el crimen organizado, corrupción y restringir libertades mediáticas, algo que él niega.
Mantiene lazos cercanos con Rusia, y Serbia, candidata a la UE, no ha aplicado sanciones contra Moscú por la invasión a Ucrania.
Las protestas empezaron en diciembre tras la muerte de 16 personas en el derrumbé del techo de la estación de tren de Novi Sad, que los manifestantes atribuyen a corrupción.
El accidente ya obligó al ex-primer ministro a renunciar.
Al terminar la protesta, los organizadores llamaron a los serbios a "tomar la libertad en sus manos" y les dieron "luz verde".
"Las autoridades tenían tiempo y herramientas para evitar una escalada, pero eligieron violencia y represión. Cualquier radicalización es su culpa", dijeron en un comunicado.