China acusó a Estados Unidos de ejercer una intervención propia de la época de la Guerra Fría en América Latina, luego de que el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugiriera que el presidente de Argentina estaba “comprometido a sacar a China”.
Bessent realizó estas declaraciones en Fox News el jueves, en momentos en que Estados Unidos ofrece un salvavidas financiero de 20 mil millones de dólares a Argentina y el presidente Javier Milei se prepara para visitar a Donald Trump en la Casa Blanca el martes.
Los comentarios “ponen una vez más de relieve la mentalidad de la Guerra Fría que aún caracteriza a algunos funcionarios estadounidenses, quienes parecen guiados únicamente por un espíritu de confrontación e intervención en los asuntos de otras naciones soberanas”, declaró el sábado la Embajada de China en Buenos Aires en una publicación en redes sociales, donde acusó a Estados Unidos de ejercer una “intimidación” recurrente sobre las naciones latinoamericanas.
No está claro exactamente qué podría exigir Estados Unidos a cambio, tras anunciar un paquete de ayuda diseñado para estabilizar los mercados financieros argentinos y respaldar a Milei de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre.
La rivalidad entre las superpotencias China y Estados Unidos se está intensificando en toda América Latina, en medio de los esfuerzos de China por ampliar su influencia mediante asistencia económica. China se ha convertido en un aliado clave para Argentina, proporcionándole una línea de swap de 18 mil millones de dólares, incrementando el comercio bilateral y construyendo una estación de lanzamiento espacial en la Patagonia.
Bessent ha señalado la riqueza de Argentina en minerales de tierras raras, destacando las recientes restricciones impuestas por China. Antes de que Estados Unidos y Argentina cerraran el acuerdo el jueves, Milei afirmó que Estados Unidos no había establecido como condición para su ayuda el fin del acuerdo de swap con China.
Trump amenazó el viernes con imponer un arancel adicional del 100% a los productos chinos, así como con controles a la exportación de “todo el software crítico” a partir del 1 de noviembre. Afirmó que podría revertir estas medidas si China levanta sus restricciones a la exportación de tierras raras.
La postura proestadounidense de Milei lo coloca en una posición delicada en las disputas comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Tras criticar duramente a Beijing durante su campaña electoral, el líder anarcocapitalista moderó su discurso y se refirió a China como un socio comercial de gran importancia.
por Michael O’Boyle, Bloomberg
