DE LA UNIVERSIDAD DE WEST VIRGINIA
Hay algo etéreo en el momento en que lo escuchas.
Una progresión de acordes limpia y simple, con un suave deje country.
“Almost heaven…”
Los brazos se alzan. Los Mountaineers de toda la vida sonríen con orgullo. Extraños se enlazan por los hombros. Los jugadores se balancean al unísono. En Morgantown, la victoria no termina con un silbato. Termina con una vuelta a casa.
Para generaciones de Mountaineers, “Take Me Home, Country Roads” de John Denver ha sido más que un himno musical. Es parte de su identidad, entrelazada en su historia: una brújula interna imborrable que los llama a casa.
Ahora, la Universidad de West Virginia ha añadido un nuevo capítulo a esa tradición, uno escrito por un hijo de Morgantown. La estrella de música country Charles Wesley Godwin se ha asociado recientemente con la Universidad en un acuerdo de licencia para su canción “Cue Country Roads”, la pista 17 de su álbum del 2023 “Family Ties”. La canción será un componente central de una próxima campaña universitaria que honra el ritual postpartido y promete convertirse en una banda sonora Mountaineer por derecho propio.
Para Godwin, el acuerdo es personal y poético. Los estadios y aulas de WVU fueron una vez el telón de fondo de su propia búsqueda de identidad. Ahora, la música nacida de ese viaje resonará por las mismas colinas y valles que él todavía llama hogar.
Godwin se matriculó en WVU en el 2010 para estudiar finanzas, una elección práctica para un adolescente que aún no conocía su vocación. Sus buenas notas le valieron la beca Promise, y perseguía el sueño de vestir el oro viejo y azul como linebacker en el campo de fútbol americano.
“Probé suerte en el equipo 3 veces y me rechazaron las 3 veces. Era demasiado pequeño y demasiado lento”, dijo con una risa, recordando sus intentos con los entrenadores Bill Stewart y Dana Holgorsen.
Lo que pudo sentirse como un rechazo se convirtió en un redireccionamiento. En el 2011, inspirado después de ver los Grammys y buscando un pasatiempo para llenar el vacío que dejó el fútbol, Godwin compró su primera guitarra. Pero fue el programa de intercambio de la Universidad lo que le dió el valor para tocarla en público.
Fue a Tartu, Estonia, en el 2013, donde practicar guitarra por las tardes no era nada privado, ya que compartía espacio con otros 5 compañeros. Sus nuevos amigos lo animaron y le hicieron ver que su distracción elegida podía ser más que un pasatiempo. Una noche, unos amigos lo subieron al escenario de un club local. Aterrado, tocó de todos modos, y le encantó.
“Ese fue el comienzo de todo”, afirmó.
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Nota de la redacción: Las fotos de la historia muestran a Charles Godwin en partidos de la WVU interactuando con los aficionados.