Un tribunal federal de apelaciones ha anulado una orden judicial que exigía a Florida y a la administración del presidente Donald Trump cerrar “Alcatraz de los Caimanes”, lo que permite que el centro de detención de inmigrantes permanesca abierto.
En una decisión de 2-1, la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito aceptó la solicitud del estado de Florida y del departamento de seguridad nacional de bloquear una medida de un tribunal inferior mientras se resuelve una demanada.
“Alcatraz de los Caimanes está de hecho, como siempre dijimos, abierto para los negocios”, declaró el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El mes pasado, la jueza de distrito Kathleen Williams ordenó detener la expansión de la instalación y que su desmantelamiento comenzara en 60 días.
La jueza Williams, nombrada por el expresidente Barack Obama, coincidió con grupos ambientalistas y una tribu nativa americana que argumentaron que la instalación debió someterse a revisiones ambientales federales.
El Departamento de Seguridad Nacional había comenzado a trasladar detenidos fuera del sitio en los Everglades a fines del mes pasado en cumplimiento de esa orden judicial.
Pero el jueves, la corte de apelaciones concluyó que es probable que los funcionarios estatales y federales logren demostrar que la instalación no estaba sujeta a la Ley de Política Ambiental Nacional.
Dos jueces nombrados por Trump escribieron el fallo mayoritario. Un juez nombrado por Obama disintió.
El departamento de seguridad nacional dijo que el fallo fue una “victoria para el pueblo estadounidense, el estado de derecho y el sentido común”.
“Esta demanda nunca trató sobre los impactos ambientales de convertir un aeropuerto desarrollado en un centro de detención”, escribió el departamento en una publicación en X.
“Se trató y siempre se tratará de activistas de fronteras abiertas y jueces intentando evitar que las fuerzas del orden remuevan a extranjeros criminales peligrosos de nuestras comunidades, punto.”
El gobernador republicano de Florida también celebró la decisión.
“Una jueza izquierdista dictaminó de manera implausible que Florida no podía usar su propia propiedad para esta misión importante porque no hicieron un estudio de impacto ambiental”, dijo DeSantis.
Friends of the Everglades y otros demandantes en el litigio ambiental aún no han comentado.