Al hablar del derrumbe de una parte del techo en el Aeropuerto de Palma el martes, un empleado del aeropuerto dijo que fue un milagro que no hubiera ocurrido una tragedia. “¿Qué pasaría si en ese momento alguien hubiera estado comprando algo en una de las máquinas expendedoras?” Afortunadamente, no había nadie.
“Un milagro.” La palabra se ha repetido mucho desde las 16:30 del martes, cuando el vidrio y otros materiales cayeron en una zona cercana a la recogida de equipajes. Para Miguel Sañudo, del sindicato USO, estas palabras reflejan “falta de seguridad”. Se refiere a los trabajos que llevan semanas realizándose en el aeropuerto.
“Desde que comenzaron, hemos presentado quejas por la falta de medidas de seguridad, pero no se ha tomado ninguna acción. AENA nos ha informado de que son incidentes aislados, pero quienes trabajamos aquí sabemos la verdad.” Según él, estos sucesos son “algo cotidiano”.
“Ya no es solo una zona de riesgo para los trabajadores, sino también para los pasajeros,” afirma Susana Carballido de CCOO. “Hemos denunciado todo esto ante la Inspección de Trabajo, pero AENA no nos ha facilitado información.” Respecto al incidente del martes, el aeropuerto está realizando una investigación interna.
Carballido añade que habrá una reunión sindical para discutir medidas a tomar. “Por suerte no hubo heridos, pero si algo llega a pasar, entonces veremos quién asume la responsabilidad.”
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