Cientos de miles de judíos israelíes ultraortodoxos están participando en una protesta en Jerusalén contra los cambios a una exención legal para estudiantes religiosos del servicio militar obligatorio.
Casi todas las sectas y facciones de la comunidad ultraortodoxa, o Haredí, toman parte en lo que se ha llamado la “marcha del millón”.
Desde la fundación de Israel, los estudiantes que asisten tiempo completo a una escuela religiosa, o yeshivá, han estado exentos del reclutamiento, aunque algunos otros miembros de la comunidad sí sirven en el ejército.
Las demandas para que juegen un papel más grande se han intensificado durante la guerra en Gaza.
Se cerraron carreteras en y alrededor de Jerusalén antes del comienzo de una de las mayores protestas contra el reclutamiento por parte de los israelíes ultraortodoxos en años.
Está reuniendo a elementos dispares de la comunidad, que constituye aproximadamente el 14% de la población israelí.
Lo que los une es su oposición no solo a las medidas para hacer cumplir el reclutamiento para más de su comunidad, sino también la ira por los cientos de arrestos en los últimos meses de hombres ultraortodoxos que evaden el servicio.
Los Haredíes creen que su forma de vida ancestral podría estar amenazada.
Pero muchos en Israel sienten que ellos no han compartido su parte justa de la carga en la guerra.
Incorporarlos al ejército ayudaría con la escasez de personal.
Pero también hay preocupaciones en el ejército sobre reclutar a grandes números de ultraortodoxos: la integración sería un desafío difícil, además de acomodar la necesidad Haredí de adherirse a su estricto código de creencias religiosas.
