El ‘hat-trick’ de Parrott clasifica a Irlanda para la repesca tras una semana històrica y cargada de emocion.
Foto: Troy Parrott via Instagram
IRELANDA entera está de celebración después de que su selección nacional lograse un hat-trick para alcanzar la ansiada fase de repesca del Mundial, en un partido dramático que tuvo a los aficionados al borde del un ataque de nervios y sollozando de alegría. El delantero irlandés Troy Parrott impulsó a su equipo hacia la repesca –y a sí mismo hacia el estrellato nacional– al anotar tres goles contra Hungría en el encuentro del domingo 16 de noviembre que finalizó 3-2. Los expertos ya lo califican como una de las semanas más emocionantes y brillantes de la historia del fútbol profesional irlandés.
Irlanda resiste y logra una victoria agónica
El partido, disputado en Budapest, supuso una victoria urgentemente necesaria para el combinado irlandés, que acariciaba el sueño de regresar a una fase final por primera vez desde 2002, hace más de veinte años. El encuentro fue un auténtico thriller, con Hungría marcando en el minuto cuatro y los equipos manteniéndose cabeza con cabeza hasta el gol definitivo de Parrott en el minuto 96, que hizo estallar en vítores y lágrimas a la afición irlandesa en el estadio.
Tras la inesperada victoria por 2-0 contra la potencia Portugal
A esta victoria vibrante y conmovedora se suma el aún reciente éxtasis por el triunfo previo por 2-0 contra Portugal el jueves 13 de noviembre, un partido cargado de una intensa emotividad. La superestrella del fútbol portugués y capitán del equipo, Cristiano Ronaldo, había recibido una fría acogida en Dublín después de celebrar excesivamente un gol de un compañero directamente frente al jugador irlandés Jake O’Brien cuando los equipos se enfrentaron en octubre. Durante el Irlanda-Portugal, Ronaldo recibió su primera tarjeta roja en 226 partidos con Portugal por dar un codazo al defensa irlandés Dara O’Shea.
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¿Quién necesita un GOAT? Tenemos un Parrott
Y no solo eso, sino que los dos goles contra Portugal también fueron obra de Troy Parrott, quien de la noche a la mañana se ha convertido en el chico de oro de Irlanda. Con este encuentro, Parrott se ha erigido en el cuarto jugador de la historia del fútbol irlandés en competición oficial en marcar más de 2 goles en apariciones consecutivas. También es el primer jugador de Irlanda en marcar un hat-trick oficial en once años. En la entrevista de postpartido, el futbolista de 23 años, desbordado por la emoción y la adrenalina, se deshizo en lágrimas, afirmando que era la primera vez que lloraba en años. “Son lágrimas de felicidad”, aseguró al periodista.
Parrott había declarado previamente que la noche del jueves, con su deslumbrante actuación frente a Portugal, había sido la mejor de su vida. Ahora, es seguro afirmar que la del domingo la ha superado con creces.
“Por esto amamos el fútbol, porque pueden suceder cosas así”, declaró Parrott. “Amo mi tierra. Esto lo significa todo para mí”.
Caoimhin Kelleher, el portero del equipo, también está en la cresta de la ola tras su increíble rendimiento. Kelleher ha realizado paradas imposibles y ha mantenido un nivel de juego sólido a lo largo de toda la campaña de Irlanda.
Irlanda eufórica tras la semana más vibrante de su historia futbolística
En estos momentos, toda la nación irlandesa parece celebrar lo que ya se denomina una de las semanas más emocionantes de la historia de su fútbol. Tras un inicio de clasificación desalentador con solo un punto en los tres primeros partidos y una devastadora derrota ante Armenia, y después de haber sido dados por eliminados, el equipo ha logrado mantener vivo el sueño de ver a Irlanda en un Mundial.
La repesca comenzará en marzo, y los aficionados, contagiados por la fiebre futbolística, tendrán la oportunidad de ver a Parrott –y a todo el equipo irlandés– en acción con una renovada esperanza de alcanzar el anhelado Mundial. Hasta entonces, el país celebra su resurrección desde la casi eliminación y ensalza el denodado esfuerzo de ‘The Boys in Green’.
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