Una nueva etapa en el desarrollo turístico, impulsado por la comunidad, ha dado comienzo en Benalmádena con el lanzamieno oficial del Observatorio de Turismo, un órgano colaborativo que une a empresas locales, expertos y residentes para moldear el futuro de esta localidad de la Costa del Sol.
En su sesión inaugural, el observatorio priorizó por unanimidad una remodelación integral de los alrededores del histórico Castillo de Bil-Bil, emblemático monumento neoárabe que recibe más de veinte mil visitantes al año y funge como oficina de turismo.
La transformación propuesta va más allá de lo estético y reporta beneficios tangibles y reales para todos. Al sustituir las barandillas anticuadas por otras de acero de estilo marinero, se creará una conexión visual más elegante entre el castillo y el paseo marítimo, mejorando a la par la seguridad y la accesibilidad.
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Zonas de descarga en la playa y más espacio peatonal
Un logro significativo para la vida cotidiana: la conversión del estacionamiento de zona azul frente al castillo en áreas dedicadas para dejar y recoger pasajeros. Este cambio aliviará la congestión para las familias que se dirigen a la playa, reducirá el tráfico de vehículos dando vueltas en busca de aparcamiento durante el verano y hará la zona más amable para el peatón – algo que los vecinos venían demandando desde hacía tiempo.
El ideal sería también soterrar los contenedores de residuos, eliminando así el impacto visual y los malos olores que afean uno de los rincones más fotografiados del municipio. Asimismo, unificar las fachadas comerciales bajo nuevas directrices municipales apoyará al pequeño comercio al crear un área de compras cohesiva y acogedora que fomente estancias más prolongadas y un mayor gasto.
Una plaza pública para eventos costeros y encuentros sociales
Quizá el elemento más interesante para el uso comunitario son las negociaciones para abrir una plaza privada colindante, actualmente infrautilizada, como espacio de encuentro público. Este oasis verde ofrecería zonas de descanso con sombra, áreas de juego y un espacio para eventos, otorgando a los residentes un nuevo corazón para la vida social a pocos pasos del mar.
Con el castillo mismo sometiéndose a una mejora interior de 827.000 euros para convertirse en un espacio cultural moderno, la remodelación del entorno garantiza que toda la zona evolucione de forma conjunta.
Respaldado por el Plan Estratégico de Turismo 2025–2030 del municipio, el observatorio promete una participación ciudadana continua, velando por que el crecimiento sirva, ante todo, a la comunidad. Para un pueblo donde el turismo emplea a miles de personas, estas mejoras suponen una economía local más sólida, un patrimonio preservado y un frente litoral que los residentes puedan sentir como propio.
