La ofensiva militar de Israel, que se expande, ha matado al menos a 287 personas en Gaza en los tres días desde que un grupo de académicos mundiales líderes en genocidio declaró que Israel está cometiendo un genocidio en el asediado enclave palestino, según autoridades de salud del territorio controlado por Hamás.
La Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio —que incluye a expertos del Holocausto— declaró en una resolución del 31 de agosto que las acciones de Israel en Gaza desde que comenzó la guerra de 22 meses constituyen genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Como evidencia, el grupo señaló la muerte o mutilación de 50,000 niños; líderes israelíes caracterizando a los palestinos en Gaza como “animales humanos” y amenazando con “arrasar” el territorio y convertirlo en un infierno; y el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu respaldando el plan del Presidente Trump para que EE.UU. “se haga cargo” de la franja y que todos sus habitantes sean “reasentados” en otro lugar.
Familiares y seres queridos de palestinos muertos en ataques israelíes lloran a los fallecidos fuera del Hospital Shifa, en la Ciudad de Gaza, 2 de septiembre de 2025.
Khames Alrefi/Anadolu/Getty
El territorio era hogar de aproximadamente 2.3 millones de personas antes de la guerra, que Israel lanzó en represalia por el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 orquestado por Hamás. Unos 1,200 israelíes murieron en ese ataque y 251 más fueron tomados como rehenes en Gaza. El líder israelí ha dicho que se cree que 20 de esos cautivos todavía están con vida.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel desestimó la última acusación de genocidio, diciendo que estaba “completamente basada en la campaña de mentiras de Hamás y el lavado de esas mentiras por otros”. Su declaración añadió que fue el pueblo israelí quien realmente fue sometido a genocidio por Hamás con el ataque terrorista del 7 de octubre.
Numerosos organismos líderes de derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la organización israelí B’Tselem y el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados, ya habían concluido anteriormente que la operación militar de Israel en Gaza equivalía a un genocidio. Israel ha rechazado todas las acusaciones, diciendo que se basan en una narrativa falsa de Hamás.
Desde que el grupo de académicos declaró un genocidio el 31 de agosto, el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, ha reportado al menos 287 personas muertas por operaciones israelíes, lo que eleva el número total de muertos a al menos 63,746, además de 161,245 heridos, desde el 7 de octubre de 2023.
Israel no ha permitido que periodistas internacionales entren a Gaza y operen libremente desde que comenzó la guerra, a pesar de repetidas solicitudes de CBS News y otras organizaciones, por lo que es imposible verificar las cifras del ministerio de salud, que no diferencian entre bajas civiles y combatientes. La ONU considera las cifras reportadas por el ministerio como la información más precisa disponible, e Israel, aunque consistentemente niega las cifras, no ha proporcionado sus propios informes sobre palestinos muertos durante la guerra.
Mientras tanto, el Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad dijo el miércoles que al menos 21,000 niños gazatíes habían quedado discapacitados por los ataques israelíes desde que comenzó la guerra.
El miedo crece junto con la ofensiva israelí en la Ciudad de Gaza
Israel declaró recientemente a la Ciudad de Gaza, el mayor centro poblacional del territorio palestino, una “zona de combate peligrosa”, y sus fuerzas han avanzado con un polémico plan para apoderarse de la metrópolis, que el líder israelí dice que es necesario para derrotar a Hamás.
Partes de la ciudad ya son consideradas “zonas rojas”, donde se ha ordenado a los palestinos evacuar antes de los esperados intensos combates.
Carpa que albergan a palestinos desplazados se ven a lo largo del frente marítimo en la Ciudad de Gaza, 2 de septiembre de 2025.
EYAD BABA/AFP/Getty
Eso tiene a los residentes nerviosos, incluidos muchos que regresaron después de huir de la ciudad en las etapas iniciales de la guerra. Con las excavadoras israelíes arrasando el suelo en los barrios ocupados y algunos políticos israelíes apoyando abiertamente la relocalización masiva de palestinos de Gaza, muchos residentes de la ciudad temen que salir ahora podría significar irse para siempre.
Mudarse cuesta miles de dólares y encontrar espacio en el superpoblado sur para armar una tienda de campaña se siente imposible. Pero quedarse, dicen muchos, podría ser mortal.
“Las fuerzas israelíes, cuando marcan cualquier área con color rojo y piden a la gente que se vaya, realmente la destruirán”, dijo Mohammed Alkurdi, quien se refugia en la Ciudad de Gaza junto con cientos de miles de otros palestinos, a The Associated Press. “Así que es como decidir si vivir o morir. Es así de simple”.
Desde que Israel declaró el área una zona de combate el viernes, una pequeña fracción —alrededor de 14,840 palestinos de los casi 1 millón que la ONU estima que todavía están en la Ciudad de Gaza— habían abandonado sus hogares hasta el lunes, la mayoría para huir al sur, según el Site Management Cluster, un organismo humanitario conjunto que coordina la asistencia para personas en sitios de desplazamiento.
Una fracción de ellos, unos 2,200, se han mudado a nuevos lugares dentro de la Ciudad de Gaza después de ser desplazados por ataques israelíes.
Alkurdi, un gerente de proyectos y consultor, le dijo a la AP que puede escuchar a las fuerzas israelíes desde el apartamento donde se refugia mientras “borran el área por completo”.
Zeitoun fue una vez el barrio más grande de la Ciudad de Gaza, lleno de mercados, escuelas y clínicas. Durante el último mes, grandes extensiones de este y el área vecina de Sabra han sido arrasadas, según fotos de satélite revisadas por la AP de principios de agosto y principios de septiembre. Las fotos muestran que manzanas enteras han sido golpeadas o bulldozereadas hasta convertirse en lotes vacíos y arenosos.
“No es algo parcial como antes. Es al 100%”, dijo Alkurdi. “La casa, les digo a mis amigos, no para de bailar todo el día. Sigue bailando, yendo a la derecha y a la izquierda como un terremoto”.
Palestinos llevan sartenes y tazones formando una multitud para recibir ayuda alimentaria proporcionada por una organización benéfica en la Ciudad de Gaza, Gaza, 2 de septiembre de 2025.
Abdalhkem Abu Riash/Anadolu/Getty
Muchas de las personas en la ciudad regresaron al norte durante un alto el fuego en enero, esperando encontrar sus hogares intactos. La casa de Alkurdi fue completamente destruida, así que ahora vive solo en un área occidental de la ciudad. Sus hijos y esposa pudieron salir de Gaza el año pasado. Dijo que huiría al sur si su casa cayera bajo una orden de evacuación.
Netanyahu defendió la ofensiva de la Ciudad de Gaza antes de que comenzara, insistiendo en que el ejército israelí “no tenía más opción que terminar el trabajo y completar la derrota de Hamás”. Ha dicho repetidamente que el objetivo de la guerra es desmilitarizar el enclave, mantener el “control de seguridad absoluto” del ejército israelí sobre él y poner una administración civil no israelí a cargo. También dice que está dirigida a liberar a los rehenes restantes, aunque muchas de las familias de los cautivos han expresado preocupación de que expandir la ofensiva a la densamente poblada Ciudad de Gaza los ponga en mayor riesgo.
Para los residentes de Gaza, la operación ya está trayendo más violencia y la perspectiva de más convulsión.
Amal Seyam es la directora general del Centro de Asuntos de la Mujer en Gaza. Originaria del barrio de Tuffah en el este de la Ciudad de Gaza, su hogar fue destruido por los bombardeos. Durante casi cuatro meses, se ha refugiado en el barrio de Nasr en el oeste de la ciudad, donde se queda junto a sus colegas dentro del centro de mujeres.
Seyam ha sido desplazada cinco veces desde que comenzó la guerra —tres veces dentro de la ciudad y dos veces al sur, en Rafah y Khan Younis. Cada vez, huyó con nada.
Cuando se le preguntó si consideraría abandonar la Ciudad de Gaza mientras las fuerzas israelíes avanzan, Seyam dijo: “Solo me iré cuando todos los que me necesitan aquí se vayan. Mientras haya una mujer que me necesite, me quedo. Toda Gaza se siente como una zona roja ahora de todos modos. El bombardeo está ocurriendo a metros de nosotros, no a kilómetros”.
Hizo una pausa, su voz se quebró entre lágrimas.
“Mucha gente ha empezado a empacar. Muchos ya se han ido. ¿Sabes lo que significa el desplazamiento? Significa mudarse una vez más, construir tu vida una vez más, comprar cosas nuevas, mantas, tiendas de campaña, todo de nuevo”.
Crisis en el Medio Oriente
Más