Días antes de que el Titanic chocara con un iceberg, un pasajero de primera clase, el Coronel Archibald Gracie, describió el barco en una carta escrita a bordo: “Es un barco fino pero esperaré al final de mi viaje antes de juzgarlo”.
El viaje del Coronel Gracie en el Titanic tuvo un final catastrófico, pero le fue mejor que a la mayoría.
Estaba en la cubierta superior del barco, agarrando una barandilla, cuando se hundió en el mar. Dijo que fue “revuelto” bajo el agua antes de llegar a un bote, donde pasó horas flotando en aguas heladas antes de ser rescatado.
La carta que escribió se vendió el sábado en una subasta por $399,000 (o 300,000 libras), según Henry Aldridge and Son, una casa de subastas en Wiltshire, Inglaterra.
La casa de subastas dijo que la carta, escrita en una caligrafía ordenada, estaba dirigida a un embajador europeo no identificado, el tatarabuelo del vendedor. El membrete muestra una bandera roja triangular con una estrella blanca y está impreso con las palabras “A bordo del R.M.S. Titanic”.
La carta estaba fechada el 10 de abril de 1912, el día en que el barco zarpó de Southampton, Inglaterra. El 12 de abril fue matasellada en Londres, donde fue recibida en el Hotel Waldorf. El Titanic chocó con un iceberg justo antes de la medianoche del 14 de abril y se hundió al día siguiente.
El comprador de la carta estaba basado en los Estados Unidos, según Andrew Aldridge, el director gerente de Henry Aldridge and Son. La casa de subastas no identificó públicamente al comprador ni al vendedor.
El Sr. Aldridge dijo en un correo electrónico que las historias de los pasajeros del barco “se cuentan a través de los recuerdos” y que “sus recuerdos se mantienen vivos a través de esos objetos”.
La casa de subastas inicialmente esperaba que la carta se vendiera por hasta 60,000 libras, o casi $80,000.
El Coronel Gracie, graduado de la Academia Militar de West Point de los Estados Unidos, fue un sobreviviente de alto perfil del desastre del Titanic, en el que perecieron alrededor de 1,500 personas.
Murió ocho meses después, en diciembre de 1912, de complicaciones de enfermedades, pero sus médicos y su familia dijeron que la verdadera causa fue que nunca se recuperó del shock del desastre del Titanic, según The New York Times.
Después de que el Coronel Gracie fue rescatado, comenzó a trabajar en “La verdad sobre el Titanic”, un libro sobre su experiencia que fue publicado póstumamente. La reseña del libro en The New York Times dijo “hay algo efectivo en la falta de directrices y coherencia en la narrativa”.
El Coronel Gracie dijo en una entrevista con The New York Tribune que estaba en la cubierta superior del barco cuando fue golpeado por una ola que lanzó a otras personas por la borda. Logró quedarse y agarró una barandilla de latón.
“Cuando el barco se hundió, me vi obligado a soltar, y fui revolcado una y otra vez durante lo que parecía un tiempo interminable”, dijo. “Finalmente llegué a la superficie para encontrarme con el mar lleno de restos enredados”.
Dijo que agarró una rejilla de madera y luego vio un bote de lona y corcho. Subió al bote e intentó rescatar a otros. Eventualmente llegaron a un barco de rescate, el R.M.S. Carpathia.
“Las horas que pasamos antes de ser recogidos por el Carpathia fueron las más largas y terribles que he pasado”, dijo el Coronel Gracie, según The Tribune. “Prácticamente sin ninguna sensación debido al agua helada, casi nos caíamos de fatiga”.
El Coronel Gracie era una figura establecida en la sociedad de Nueva York y Washington.
Su padre había sido oficial en el Ejército Confederado durante la Guerra Civil. El Coronel Gracie también era descendiente de Archibald Gracie, quien construyó la residencia oficial del alcalde de la ciudad de Nueva York, Gracie Mansion, en 1799.
Después de que las noticias del hundimiento del Titanic llegaron a los Estados Unidos, y no se sabía si el Coronel Gracie había sobrevivido, su esposa, Constance Schack Gracie, fue reportada como desaparecida por razones no relacionadas.
La Sra. Gracie no estaba en el barco, pero había salido de la ciudad para evitar ser citada en el juicio de demencia de otra mujer de la sociedad, Mary E. Gage, según The New York Times.
En los días posteriores al desastre del Titanic, se le preguntó a la hija de los Gracie, Edith Gracie, sobre el paradero de su madre, a lo que respondió que no lo sabía, y sobre el destino de su padre, informó The Times.
Ella dijo que el Coronel Gracie había estado en Europa recuperándose de una operación y que había dicho en una carta que regresaría a casa con una constitución mucho más fuerte.
“Es demasiado terrible de pensar”, dijo, “pero tengo la esperanza de que haya salido ileso de los peligros del accidente”.