Alrededor de uno de cada seis adultos en activo en Estados Unidos padece un trastorno por consumo de sustancias, y casi el 10% de los empleados estadounidenses presenta un trastorno por uso de cannabis o estimulantes.
Consciente de esta realidad, Carrum Health ha ampliado su programa de tratamiento para trastornos por consumo de sustancias para incluir cannabis, sedantes y estimulantes, según anunció la compañía el miércoles. Anteriormente solo cubría opioides y alcohol. La empresa ofrece una solución de Centros de Excelencia para atención especializada basada en valor dirigida a empleadores con seguros de autogestión.
El enfoque de Carrum para el consumo de cannabis, sedantes y estimulantes se basa en su marco preestablecido para el uso de opioides y alcohol. Cuando un miembro solicita apoyo, inicia un proceso de admisión con un consejero acreditado, quien luego lo deriva al proveedor adecuado para su tratamiento, que puede incluir desintoxicación hospitalaria, tratamiento residencial, hospitalización parcial o programas ambulatorios intensivos. La red de proveedores de Carrum incluye a Hazelden Betty Ford, Recovery Centers of America y The Meadows Behavioral Healthcare.
Estos proveedores trabajan bajo acuerdos de valor, mediante los cuales se les remunera en función de la consecución de resultados tales como la abstinencia o la reducción del consumo de sustancias.
“Suelen ser los proveedores de alta calidad los que están dispuestos a afirmar: ‘Sí, acepto un modelo de pago distinto, en el que no tengo que sufrir el agravio de que me regatees cada servicio y me exijas dar de alta a los pacientes antes de lo que considero adecuado, y estoy dispuesto a asumir riesgos a cambio’. Eso es muy importante”, señaló Christoph Dankert, director de red de Carrum Health. “Si eres un proveedor de tratamiento por consumo de sustancias y un paciente tiene que volver porque el tratamiento no funcionó del todo, la responsabilidad es mayormente tuya. Es un gran paso, y creo que esto no funcionaría si no hubiera proveedores tan comprometidos con su misión clínica”.
Carrum Health comenzó con el alcohol y los opioides, ya que estas sustancias afectan a la mayoría de personas con trastornos por consumo. La empresa decidió ampliar su programa tras detectar una necesidad entre sus clientes.
“Queremos atender a todos los pacientes que acuden a nosotros con un problema de adicción”, afirmó Dankert. “Nos resultaba muy doloroso cuando llegaban pacientes que finalmente daban el paso y reconocían: ‘Tengo un problema con el cannabis’, y nosotros no podíamos ayudarlos. Te rompe el corazón. Así que básicamente nos dijimos: queremos que nuestros procesos para el alcohol y los opioides funcionen a la perfección, con todo bajo control. Y una vez alcanzada esa meta, pensamos: ‘Bien, ahora estamos listos’”.
La expansión de Carrum se produce en un contexto de aumento del 35% en la potencia del THC desde su legalización y de un incremento interanual del 20% en las recetas de estimulantes. Al mismo tiempo, la cocaína y la metanfetamina se han vuelto más letales debido a la frecuente contaminación con fentanilo.
Para evaluar el éxito de esta ampliación, Carrum realizará un seguimiento de varias métricas clave, según Dankert. Entre ellas, se incluye el número de pacientes que acuden a la compañía en busca de apoyo, la sustancia que consumen, la rapidez con la que comienza el tratamiento y la eficacia del mismo.
Al lanzar este programa ampliado, el objetivo último de Carrum es poder atender a “cualquier paciente que llegue con un problema de adicción”, declaró Dankert.
“Ahora que tenemos esta cobertura completa, el siguiente paso es: ¿cómo llegar a aquellos pacientes que aún no han decidido dar el paso? ¿Cómo motivar e informar a esas personas sobre estos beneficios? Creo que ese es el siguiente paso lógico”, afirmó.
Carrum también anunció recientemente que ha duplicado el número de vidas cubiertas en su plataforma hasta alcanzar los 6,7 millones de personas, lo que supone un incremento de 3,6 millones respecto al año pasado.
Otras empresas de atención especializada son Lantern y Transcarent.
Foto: Nataliia Nesterenko, Getty Images