El 15 de febrero de 2020, se anunció que la presentadora de televisión Caroline Flack había sido encontrada muerta en su casa de Londres. Casi seis años después, su muerte por suicidio todavía resulta impactante. Caroline era una de las presentadoras más queridas del Reino Unido, más conocida por ser la cara de Love Island UK. También había presentado The X Factor y ganó la duodécima temporada de Strictly Come Dancing junto a Pasha Kovalev. Además de una envidiable carrera televisiva, tenía ese tipo de accesibilidad de la chica de al lado que hacía que los espectadores sintieran que la conocían tanto fuera como dentro de la pantalla. Sin embargo, en los meses anteriores a su muerte, su carrera parecía empezar a desmoronarse, mientras enfrentaba cargos por agresión contra su novio, Lewis Burton.
Esta nueva serie viene de los creadores del documental de 2021, Caroline Flack: Su Vida y Muerte. Mientras esa película examinaba con sensibilidad los problemas emocionales que habían afectado a Flack desde la adolescencia, En Busca de la Verdad se concentra firmemente en los meses que siguieron a la presunta agresión contra Burton en diciembre de 2019. Christine, la madre de Caroline, ha analizado la evidencia y ha hablado con expertos – entre ellos, el antiguo publicista de Caroline y el ex fiscal jefe de la Fiscalía, quien una vez se refirió personalmente al caso como uno de abuso doméstico. El objetivo de Christine es averiguar si su hija fue tratada de manera diferente por el sistema judicial debido a quién era. En otras palabras: ¿transformó la fama pública de Caroline una discusión de pareja sobre acusaciones de infidelidad en algo con consecuencias mucho más graves?
Es posible que uno se pregunte sobre el deber de cuidado que los productores del programa tienen hacia Christine y, de hecho, hacia toda la familia Flack. Afortunadamente, En Busca de la Verdad no es ni explotadora ni sensacionalista. Está claro que Christine no fue simplemente puesta ahí para presentar la serie: más bien, los episodios ofrecen una ventana al trabajo que ha estado haciendo desde la muerte de su hija. No tiene reparos en llamar a la redacción de The Sun o en explicar sus hallazgos a una ex detectives de la policía, Jess McDonald. Christine es fuerte, decidida y resuelta. Quiere justicia, dice, y “hará cualquier cosa para limpiar el nombre de Caroline”. El resultado es una serie de dos partes que se siente minuciosa y forense, un antídoto contra la explotación sensacionalista de casos reales que suele darse en estos casos.
Las inconsistencias se acumulan rápidamente, llevando a Christine a creer que su hija causó un daño físico mínimo a Burton, pero que aun así fue convertida en un ejemplo (afirmaciones que son vehementemente negadas por la policía y la Fiscalía). Es más, ella cree que los tabloides echaron leña al fuego al publicar imágenes de un dormitorio cubierto de sangre – sangre que en realidad era de Caroline, no de Burton. La prensa comparó la escena con algo sacado de una película de terror. Mientras que Burton no recibió ningún tratamiento médico, Caroline pasó 12 horas en el hospital debido a heridas autoinfligidas.
El mensaje aquí no es que las mujeres no abusan de los hombres. Más bien, es que – basándose en toda la documentación oficial examinada por Christine – Caroline no era una abusadora doméstica, sino una mujer sumida en una crisis de salud mental. Su estado emocional fue, a su vez, agravado por la cobertura mediática del caso, sin mencionar la intensa especulación en las redes sociales, algo de lo cual vemos aquí. Una vez que un fiscal declaró en una audiencia que Caroline había golpeado a Burton con una lámpara, la prensa y el público entraron en frenesí. Christine recuerda que The Sun publicó un artículo (luego eliminado, tras la muerte de Caroline) sobre una tarjeta de San Valentín que mostraba una caricatura de Caroline y las palabras “Te voy a dar una hostia”. Christine dice que no ha encontrado evidencia convincente de que su hija golpeara a Burton con una lámpara. The Sun dice que informó con responsabilidad en todo momento.
Escuchamos varios testimonios crudos de Mollie, una amiga cercana de Caroline y una de las primeras personas en dar la alarma cuando no pudo contactar con ella el día que murió. También hay vislumbres de mensajes de texto y notas de voz que Caroline enviaba, mientras su ansiedad sobre su futuro comenzaba a aumentar.
Por muy conmovedores que sean estos elementos, no creo que estén diseñados para manipular cínicamente a la audiencia, sino más bien para llevarlos directamente a la isolación y el temor de los últimos meses de Caroline Flack. Nazir Afzal – un ex fiscal jefe de la Fiscalía – una vez vio el caso como un claro caso de abuso doméstico; cuando se encuentra con Christine, le cuesta entender por qué Caroline simplemente no recibió una advertencia policial. Por un lado, dice Christine, es reconfortante oírlo. Por el otro, lo hace aún más difícil, sabiendo que las cosas podrían haber sido tan diferentes.
Caroline Flack: En Busca de la Verdad ya está en Disney+.
En el Reino Unido e Irlanda, se puede contactar a Samaritans llamando al 116 123, o por email a [email protected] o [email protected]. En los EE. UU., puedes llamar o enviar un mensaje de texto a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988, chatear en 988lifeline.org, o enviar un mensaje de texto con la palabra HOME al 741741 para conectarte con un consejero de crisis. En Australia, el servicio de apoyo en crisis Lifeline es el 13 11 14. Puedes encontrar otras líneas de ayuda internacionales en befrienders.org.