Carney de Canadá habló con firmeza sobre Trump

Otra sorpresa en la guerra comercial entre Canadá y EE.UU.

El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer un arancel del 35% a productos canadienses a partir del próximo mes. Esto ocurre mientras ambos países negocian un nuevo acuerdo comercial, aunque aún no está claro cómo afectará esta amenaza a las conversaciones.

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, enfrenta dudas sobre su capacidad para enfrentarse a Trump y lograr un trato justo. Carney ganó las elecciones en abril prometiendo mantener los "codos arriba" frente a las amenazas de EE.UU., usando una metáfora del hockey sobre hielo para describir su postura firme. Sin embargo, las concesiones de Canadá hasta ahora no han dado muchos resultados.

En junio, Canadá eliminó un impuesto a servicios digitales (DST) que planeaba aplicar a grandes empresas tecnológicas después de que Trump amenazara con suspender las negociaciones. La Casa Blanca dijo que Canadá "cedió", lo que generó debate en el país.

La comentarista Robyn Urback escribió: "Quizás los codos del primer ministro Carney se cansaron", criticando su estrategia como un "baile del pollo". Por su parte, el profesor Blayne Haggart afirmó que la estrategia de Carney "no tiene ningún sentido".

Aún así, muchas personas apoyan a Carney y las encuestas muestran que su gobierno mantiene popularidad. Roland Paris, exasesor en relaciones Canadá-EE.UU., dijo que es "demasiado pronto para decir si Canadá cedió demasiado pronto", pero advirtió que "si el acuerdo final es malo, Carney pagará un precio político".

Antes de eliminar el DST, Canadá intentó calmar a Trump prometiendo $1.300 millones para mejorar la seguridad fronteriza y nombrando un "zar del fentanilo". Aun así, Trump volvió a advertir sobre el tema en su última carta.

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Carney tampoco respondió con medidas fuertes cuando Trump duplicó los aranceles al acero y aluminio. Sobre la nueva amenaza del 35%, el primer ministro dijo que Canadá "defenderá siempre a sus trabajadores y empresas".

La buena noticia es que el nuevo arancel no aplica a productos cubiertos por el T-MEC, que representa la mayor parte del comercio bilateral. Trump también envió cartas similares a más de 20 países en su intento de renegociar acuerdos comerciales.

En Canadá, líderes de distintos partidos se unieron contra los aranceles. Pierre Poilievre, líder conservador, dijo que harán "todo por el mejor acuerdo para Canadá", mientras que el premier de Columbia Británica, David Eby, llamó a la unidad.

Expertos señalan que Canadá aún tiene ventajas en las negociaciones. Fen Hampson, profesor de relaciones internacionales, destacó que "son los consumidores estadounidenses quienes pagarán los aranceles, no nosotros". Además, muchas empresas de EE.UU. dependen de productos canadienses como el acero y el aluminio.

Carney también busca reducir la dependencia de EE.UU., firmando acuerdos con la UE y eliminando barreras comerciales internas.

Preguntada sobre la amenaza de Trump, la ministra de Industria, Melanie Joly, dijo que "Canadá no negocia en público" y negó que el país no se esté defendiendo: "Tratamos con un gobierno impredecible, y no somos los únicos".

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