Brasil, un país sinónimo de cultura vibrante, paisajes impactantes y una espiritualidad profunda, ocupa un lugar único en el tapiz global.
Para los extranjeros, la identidad religiosa del país suele ser representada por la icónica estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, un símbolo de fe y una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Pero el paisaje espiritual de Brasil es mucho más complejo y fascinante de lo que un solo monumento puede transmitir.
“Brasil es un país de increíble diversidad—cultural, geográfica y espiritual”, explica Vinicius Marmo Azevedo, artista visual, fotógrafo profesional y director de fotografía con más de una década capturando la esencia de Brasil. “La religión juega un papel importante en la vida diaria de muchos brasileños.”
Aunque el catolicismo tiene relevancia histórica, Azevedo destaca la variedad de creencias en el país, incluyendo el cristianismo evangélico, el espiritismo y religiones afrobrasileñas como el Candomblé y la Umbanda. “Lo que todas comparten es un fuerte sentido de presencia—la fe en Brasil se vive en voz alta, ya sea en celebraciones masivas, reuniones íntimas o peregrinaciones anuales.”
El Cristo Redentor, un símbolo reconocido mundialmente, representa esta identidad espiritual. “No es solo un ícono religioso, sino también un hito cultural y arquitectónico que trasciende la fe”, dice Azevedo. “Para muchos, significa la protección de Dios sobre Río de Janeiro. Es una de las postales más reconocibles de Brasil y, tanto para locales como visitantes, recuerda cómo la espiritualidad y la belleza natural se entrelazan en el alma brasileña.”
El trabajo de Azevedo refleja esta conexión, especialmente al fotografiar líderes religiosos en giras. “Me siento agradecido y bendecido por Dios de poder ser parte de momentos así”, comparte. “Como católico, es emocionante presenciar eventos donde miles de personas se reúnen para orar y celebrar su fe. Poder unir eso con mi pasión por la fotografía es muy significativo.”
Estos eventos, explica, tienen una energía especial. “Hay una paz y un propósito colectivo que desafían mi lado técnico y me exigen conectar con el momento. Capturar eso en mi trabajo es un privilegio.”
Más allá de lo religioso, Azevedo ha retratado la cultura de celebridades brasileñas, como los músicos Thiaguinho y Gusttavo Lima. “Fotografiar artistas así es emocionante y demandante. Un momento clave fue ser el fotógrafo oficial de Tardezinha, un evento masivo de samba y pagode.”
Estos eventos requieren creatividad y precisión. “Todo pasa en tiempo real—no hay segundas oportunidades. Hay que anticipar los momentos y trabajar con la confianza de los artistas.”
Su portafolio incluye figuras como la cantante Ludmilla, el ex presidente Jair Bolsonaro, futbolistas como Zico, y personalidades internacionales como Erling Haaland. También ha capturado paisajes como Fernando de Noronha y la arquitectura de Brasília.
Para Azevedo, la fotografía es su forma de honrar la riqueza cultural de Brasil. “Hay una historia poderosa en cada paisaje, expresión y momento. La cultura brasileña es vibrante, emotiva y llena de contrastes.”
Para ver más de su trabajo, visita www.viniciusmarmo.com o síguelo en Instagram @viniciusmarmo.
