Las autoridades francesas han imputado al capitán de un petrolero que se cree que forma parte de la “flota fantasma” de Rusia, utilizada para evadir sanciones.
El hombre, de nacionalidad china, fue acusado de rechazar las instrucciones de la marina francesa y tiene orden de presentarse ante un tribunal en la ciudad costera de Brest el próximo febrero.
El Boracay salió de Rusia el mes pasado y se encontraba cerca de la costa de Dinamarca cuando drones no identificados forzaron el cierre temporal de varios aeropuertos la semana pasada.
El buque fue abordado por soldados franceses a principios de esta semana por estar en una lista de barcos sujetos a sanciones de la UE por transportar petróleo ruso. El Kremlin ha negado tener conocimiento de esto.
El Boracay está actualmente registrado en Benín, pero ha cambiado de nombre y de bandera varias veces en los últimos años, en lo que se cree son intentos para evadir las sanciones impuestas por la invasión rusa de Ucrania.
La fiscalía francesa declaró que el capitán no supo dar una respuesta coherente sobre la bandera que llevaba el barco.
Él y el segundo capitán, también de nacionalidad china, estuvieron detenidos desde el martes mientras las autoridades francesas les investigaban por dos delitos: rehusar acatar órdenes navales y no poder justificar la nacionalidad de la bandera del barco.
El segundo capitán fue liberado sin cargos después de ser interrogado.
El Boracay ahora está anclado cerca del puerto de Saint-Nazaire, más al sur de Brest.
Según la ley marítima internacional, las fuerzas navales pueden detener un buque mercante en el mar si sospechan razonablemente que la embarcación no tiene nacionalidad.
Muchos países occidentales han impuesto sanciones a la energía rusa, limitando las importaciones y poniendo un tope al precio de su petróleo, en respuesta a la guerra en Ucrania.
Para evadir estas sanciones, Moscú ha construido lo que se conoce como una “flota fantasma” de petroleros cuyo propietario y movimientos pueden ser ocultados.
Se cree que Rusia tiene una flota de varios cientos de petroleros registrados en otros países y utilizados para exportar su petróleo. El presidente francés Emmanuel Macron ha dicho que la flota fantasma de Rusia contiene entre 600 y 1,000 barcos.
El Boracay fue detenido por las autoridades de Estonia a principios de este año por navegar sin una bandera nacional válida.
Había zarpado del puerto ruso de Primorsk, cerca de San Petersburgo, el 20 de septiembre y navegó por el Mar Báltico y pasó Dinamarca, antes de entrar en el Mar del Norte y continuar por el Canal de la Mancha.
Según los datos del sitio web de rastreo Marine Traffic, tenía previsto llegar a Vadinar, en el noroeste de la India, el 20 de octubre.
La cuestión de si el petrolero fue utilizado para lanzar la incursión de drones en el espacio aéreo danés la semana pasada sigue sin resolverse.
Macron se negó a pronunciarse sobre el tema mientras asistía a una cumbre sobre seguridad de la UE en Copenhague el miércoles.
Esa cumbre fue una respuesta directa a los eventos en Dinamarca, así como a las incursiones en otros países europeos en las últimas semanas.
Los drones sobre Dinamarca aparecieron sobre varios de sus aeropuertos y bases militares, aunque las autoridades danesas han dicho que no hay evidencia que sugiera la participación rusa.
Polonia, Estonia y Rumanía han reportado violaciones de su espacio aéreo por drones o aviones de combate rusos. Moscú negó haber violado el espacio aéreo estonio y dijo que las otras incursiones fueron accidentales.