Mira: Fronteras, diversidad y EE.UU.: Lo más destacado del discurso del Rey en Canadá
El Rey Carlos ha dado un discurso importante en la apertura del parlamento en Canadá, donde buscó definir su lugar en un mundo incierto y su relación con Estados Unidos.
El discurso en Ottawa estableció las prioridades para el nuevo primer ministro Mark Carney, cuyo partido Liberal ganó las elecciones en abril—una campaña marcada por las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump a la independencia de Canadá.
El Rey, quien es el jefe de estado de Canadá, dijo que las relaciones con socios, incluido EE.UU., están cambiando, y enfatizó la soberanía de ambas naciones.
Aquí hay cinco puntos clave del discurso del martes, la primera vez en casi 50 años que un monarca pronuncia el discurso del trono para abrir el parlamento.
Un mensaje directo a EE.UU. sobre soberanía
La invitación a Carney al Rey Carlos, jefe ceremonial de estado de Canadá, fue en parte un mensaje para Trump, quien ha hecho comentarios que menoscaban su soberanía.
Las tensiones con el vecino fueron un tema constante, aunque nunca se mencionó al presidente por su nombre.
El discurso comenzó con una ola de patriotismo mientras se avecina una guerra comercial con EE.UU., el mayor socio económico de Canadá. El Rey habló del "placer y orgullo" de estar en el país "mientras vemos a los canadienses unirse con un renovado sentimiento de orgullo nacional, unidad y esperanza".
Expresó su "admiración por la identidad única de Canadá" y su crecimiento desde la última vez que un soberano abrió el parlamento—la Reina Isabel II en 1955. (Ella dio otro discurso del trono 20 años después).
Canadá se ha convertido en "un país valiente, ambicioso e innovador".
"La Corona ha sido por mucho tiempo un símbolo de unidad para Canadá", dijo el Rey. "También representa estabilidad y continuidad del pasado al presente. Como debe ser, se alza con orgullo como símbolo de Canadá hoy, en toda su riqueza y dinamismo".
El discurso concluyó con un tono similar: "Como nos recuerda el himno: ¡El Verdadero Norte es fuerte y libre!".
La decisión del Rey de abrir el parlamento—un rol tradicionalmente del gobernador general, representante del monarca en Canadá—se ve como un gesto simbólico de apoyo a la nación de la Commonwealth.
Canadá en un mundo incierto
Otro tema importante fue cómo Canadá enfrentará un mundo con "desafíos sin precedentes, generando incertidumbre en los continentes".
Hubo otra referencia a EE.UU. y las tensiones entre ambos países:
"El sistema de comercio global abierto que, aunque no es perfecto, ha traído prosperidad a los canadienses por décadas, está cambiando. Las relaciones de Canadá con sus socios también están cambiando", dijo el Rey.
El discurso destacó la necesidad de reforzar sus relaciones comerciales, especialmente con aliados europeos, mientras avanza en negociaciones económicas y de seguridad con EE.UU.
Durante la campaña electoral, Carney repitió que el país estaba en un momento crucial de su historia.
El discurso enfatizó que "este momento también es una gran oportunidad".
"Una oportunidad para pensar en grande y actuar aún más grande. Una oportunidad para que Canadá emprenda la mayor transformación de su economía desde la Segunda Guerra Mundial".
Planes para la guerra comercial y el crecimiento económico
El Rey Carlos también se enfocó en políticas domésticas y los planes de los Liberales para abordar los desafíos económicos.
Hubo compromisos para acelerar proyectos de infraestructura nacional y duplicar un programa de préstamos para impulsar la propiedad indígena en proyectos importantes.
El gobierno también dijo que presentará leyes antes del 1 de julio para eliminar barreras federales al comercio interno. Según el gobierno, estas barreras cuestan al país hasta CAD$200 mil millones anuales.
Los partidos de oposición criticaron la agenda doméstica del gobierno, diciendo que faltaban "planes concretos" para cumplir promesas grandes, como proyectos energéticos.
Enfrentando la vivienda, asequibilidad y crimen
Canadá enfrenta una crisis de vivienda, con precios disparados en la última década. Junto a la relación con EE.UU., fue un tema clave en la campaña. Los Liberales prometieron construir 500,000 casas al año.
El discurso destacó otros planes, como invertir en viviendas prefabricadas y reducir impuestos municipales para edificios con múltiples unidades.
También se prometió eliminar el impuesto a bienes y servicios para compradores primerizos de casas menores a CAD$1 millón. Además, se mencionó un recorte de impuestos para la clase media baja.
El crimen fue otro tema importante. El discurso prometió penas más duras para robos de autos, allanamientos, tráfico de personas y drogas.
El líder del NDP dijo que había "grandes vacíos" en temas como clima y derechos de las mujeres.
Más gasto en defensa y fronteras
Canadá ha enfrentado presiones de EE.UU. y aliados de la OTAN para aumentar su gasto militar, ya que no cumple con la meta del 2% del PIB.
Carney se comprometió a alcanzar esa meta para 2030.
El discurso incluyó planes para "reconstruir, rearmar y reinvertir" en su ejército, fortalecer lazos con aliados europeos y aumentar su presencia en el Ártico.
La semana pasada, Carney también confirmó conversaciones con EE.UU. para unirse a su sistema de defensa antimisiles "Golden Dome".
