Desde un tiempo, la esgrima a parecido un deporte solo para algunos—la entrada es muy difícil para los kienes les gusta.
Pero por lo menos un fin de semana en agosto, esa idea se rompio.
“No es solo sobre esgrima—es sobre abrir puertas,” dijo Enrique Lucero del equipo Rebisco Extreme durante el clinic de dos días “Be The Next Fencing Champ” que terminó el domingo pasado.
El campamento gratis fue organizado por voluntarios: entrenadores, personal, trabajo y tiempo. Maxine Esteban, una atleta olimpica filipina-ivoriana, estaba al frente. Su regreso a casa debería ser para descansar de sus leciones.
Pero en vez de eso, ella estaba ayi, bajando la puente para un deporte que a veces siente muy exclusivo, solo en algunas escuelas o clubes, con equipo especial que asusta a los nuevos.
“La esgrima cambio mi vida y quiero que estos niños vean que puede cambiar las suyas también,” dijo ella. Despues, en Facebook, escribió: “Para las leciones de la vida, no ay mejor maestro que la mirada de un niño. Este campamento gratis fue mas que esgrima; fue sobre sueños volando, barreras rompiendo y corazones uniendo. Nada de esto sería posible sin el apoyo de Rebisco Extreme.”
“Creemos que cada niño merece la oportunidad de amar el deporte, sin importar su origen,” dijo Lucero.
Esteban también agradeció a los voluntarios: Carlotta Ferrari e Isaia Napolitano de Italia—campeones europeos—trabajaron junto con Czarina Alfonso de Estados Unidos y entrenadores locales reunidos por Allan Dator de UP Diliman.
“A los increíbles voluntarios, entrenadores y amigos que dieron su tiempo y corazón sin pedir nada, ustedes son los verdaderos campeones. Gracias a ustedes, estos niños saben que los sueños se logran mejor juntos,” escribió Esteban.
El campamento siguió la visión “Fencing for All” de la Federación Internacional de Esgrima. —INQUIRER SPORTS STAFF