La caída de una campana de 1.300 kilogramos durante la misa del Domingo de Ramos en la Catedral de Orihuela ha reavivado las preocupaciones sobre el estado deteriorado de los edificios religiosos de la ciudad. La campana, llamada María de Montserrat y fundida en 1782, se desprendió de su soporte debido a un rodamiento defectuoso y cayó dentro de la torre, quedando apoyada en una bóveda. Afortunadamente, nadie resultó herido.
La misa se había trasladado de nuevo a la Catedral desde la Rotonda Gabriel Miró debido a la lluvia, una decisión que colocó involuntariamente a la congregación cerca del lugar del incidente.
Tan solo cuatro días antes, cayeron escombros de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina durante los trabajos en curso de restauración del techo, lo que llevó a las autoridades a acordonar la zona, pero solo después de que se produjera el colapso. Estos incidentes consecutivos han generado alarma sobre el estado de los sitios religiosos históricos de Orihuela, muchos de los cuales son propiedad de la Diócesis.
El problema no es nuevo: en 2020, parte del techo de la sacristía en la misma iglesia se derrumbó, y la Iglesia de San Agustín ha permanecido cerrada durante décadas debido a riesgos estructurales.
Desde entonces, los arquitectos han inspeccionado la torre de la campana y comenzarán un proyecto para renovar las campanas restantes. Sin embargo, la ola de incidentes ha desencadenado críticas políticas y públicas.
El grupo político local Cambiemos Orihuela ha anunciado una moción que exige una revisión urgente de todas las propiedades diocesanas en la ciudad. La concejala Leticia Pertegal criticó a la Diócesis por “abandono de responsabilidad” e instó al Ayuntamiento a suspender el apoyo financiero a proyectos culturales y patrimoniales a menos que se garantice un mantenimiento adecuado.
Haciendo eco de estas preocupaciones, Mario Martínez, presidente de la Cámara de Comercio de Orihuela, también condenó el mal mantenimiento de la arquitectura histórica de la ciudad y la falta de acción preventiva por parte de las autoridades.
Un plan de restauración para Orihuela como Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica ya había comenzado el año pasado a través de la colaboración entre el Ayuntamiento, la Diputación y la Generalitat. Ante los acontecimientos recientes, las llamadas a una acción rápida y decisiva son cada vez más fuertes.
Imagen: La Torre del Salvador. Orihuela. La campana dañada. María de Montserrat. 1362 kg. Fundida en 1782. José María Pérez Basanta.