Un barco de guerra estadounidense atracó el domingo en la capital de Trinidad y Tobago, mientras el gobierno de Trump aumenta su presión militar sobre la vecina Venezuela y su presidente, Nicolás Maduro.
La llegada del USS Gravely, un destructor de misiles guiados, a la capital de esta nación caribeña, se une al portaaviones USS Gerald R. Ford, que se está acercando a Venezuela. Maduro criticó el movimiento del portaaviones, diciendo que es un intento del gobierno estadounidense para fabricar “una nueva guerra eterna” contra su país.
El presidente Trump ha acusado a Maduro, sin presentar pruebas, de ser el líder de la banda de crimen organizado Tren de Aragua.
Funcionarios del gobierno de la nación isleña y de Estados Unidos dijeron que el enorme barco de guerra permanecerá en Trinidad hasta el jueves para que ambos países realicen ejercicios de entrenamiento.
El destructor USS Gravely llega para realizar ejercicios militares en Puerto España, Trinidad y Tobago, el domingo 26 de octubre de 2025.
Robert Taylor / AP
Un alto oficial militar en Trinidad y Tobago le dijo a The Associated Press que la decisión se tomó hace poco tiempo. El oficial habló bajo condición de anonimato porque no tenía autorización para hablar públicamente del tema.
Kamla Persad-Bissessar, la primera ministra de Trinidad y Tobago, ha sido una gran apoyo de la presencia militar estadounidense y de los ataques mortales contra barcos sospechosos de narcotráfico en aguas cercanas a Venezuela. El gobierno de Trump ha dicho que Estados Unidos está en un “conflicto armado no internacional” con los carteles de drogas, argumentando que las drogas que trafican matan a decenas de miles de estadounidenses cada año, lo que constituye un “ataque armado”.
La esposa de Alejandro Carranza, una de las más de 30 personas muertas en los ataques, afirmó que él salió de su casa en la costa caribeña de Colombia para pescar en aguas abiertas y negó que tuviera alguna conexión con el narcotráfico.
En una entrevista transmitida el domingo en el programa “Face the Nation” de CBS News, el senador Lindsey Graham dijo que los ataques terrestres en Venezuela son una “posibilidad real” debido a las crecientes tensiones.
“Creo que el presidente Trump ha tomado la decisión de que Maduro, el líder de Venezuela, es un narcotraficante acusado, y que es hora de que se vaya. Que Venezuela y Colombia han sido refugios para narco terroristas por demasiado tiempo,” le dijo el senador republicano a Margaret Brennan. “Y el presidente Trump me dijo ayer que planea informar a los miembros del Congreso cuando regrese de Asia sobre futuras posibles operaciones militares contra Venezuela y Colombia.”
La encargada de negocios de la Embajada de EE.UU., Jenifer Neidhart de Ortiz, dijo en un comunicado que los ejercicios buscan “abordar amenazas compartidas como el crimen transnacional y construir resiliencia mediante entrenamiento, misiones humanitarias y esfuerzos de seguridad.”
La visita ocurre una semana después de que la Embajada de EE.UU. en Trinidad y Tobago advirtió a los estadounidenses que se mantengan alejados de las instalaciones del gobierno allí. Las autoridades locales dijeron que una amenaza reportada contra estadounidenses provocó la advertencia.
Personas en Trinidad y Tobago han criticado la llegada del barco de guerra durante una reciente manifestación frente a la Embajada de EE.UU. David Abdulah, líder del partido político Movimiento por la Justicia Social, dijo que Trinidad y Tobago no debió permitir la entrada del barco de guerra a sus aguas.
“Esto es un barco de guerra en Trinidad, que estará anclado aquí por varios días a solo millas de Venezuela cuando existe una amenaza de guerra,” dijo Abdulah. “Eso es una abominación.”
El Caricom, un bloque comercial regional formado por 15 países del Caribe, ha pedido diálogo. Trinidad y Tobago es miembro del grupo, pero Persad-Bissessar ha dicho que la región no es una zona de paz, citando la cantidad de asesinatos y otros crímenes violentos.