Los bomberos siguieron trabajando el sábado en el suroeste de Francia para asegurar que el incendio forestal más grande que ha tenido el país en décadas no se reactive, dijo un portavoz de los bomberos.
La operación continuará al menos hasta el domingo por la noche, añadió.
Unos 1.500 bomberos siguen desplegados en la región de Aude.
El incendio empezó en Ribaute, entre Carcassonne y Narbonne, el martes por la tarde y se propagó rápido, quemando más de 16.000 hectáreas debido al clima seco y con viento.
El fuego, que ha destruído la mayor área desde un incendio en 1949, se informó que estaba bajo control el jueves por la noche.
Personas de 16 municipios fueron afectadas, mucha gente tuvo que evacuar y algunas casas se perdieron en las llamas.
Una mujer murió y cinco civiles resultaron heridos, junto con 19 bomberos.
Aunque las carreteras ya están abiertas, las zonas boscosas siguen cerradas.