Con la temporada de verano a solo unas semanas de distancia, la inminente ausencia de servicios de bomberos amenaza tanto la seguridad pública como la estabilidad política en algunos de los destinos turísticos más poblados de Alicante.
PROVINCIA DE ALICANTE | 21 de mayo de 2025 — Los bomberos de Alicante han advertido a los municipios de Pilar de la Horadada y Santa Pola que no habrá cobertura de incendios este verano a menos que se resuelva un acuerdo laboral estancado con el gobierno provincial.
Las unidades de bomberos de verano, conocidas como retenes, son vitales para gestionar el aumento de emergencias durante la concurrida temporada turística, pero dependen completamente de bomberos voluntarios que trabajan en su tiempo libre. Este año, esos voluntarios se niegan a prestar servicio a menos que el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante—que gestiona los servicios de bomberos para todos los pueblos de la provincia excepto la ciudad de Alicante—cumpla con un conjunto de acuerdos laborales previamente firmados.
Esenciales Pero No Remunerados
Los despliegues de verano suelen consistir en un teniente y tres bomberos por pueblo, cubriendo las horas pico (de 10 a. m. a 10 p. m.) entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. A pesar de ser crucial para hacer frente al aumento estacional de incendios, rescates y accidentes de tráfico, las horas son extras no remuneradas y dependen completamente de la dotación voluntaria.
El Consorcio cuenta con un presupuesto de €1 millón para el refuerzo estacional de este año, que también incluye unidades móviles rotativas en regiones como Marina Baixa, Vinalopó, Vega Baja y L’Alacantí. Se espera que estas unidades móviles, con hasta 12 bomberos, también operen de forma voluntaria—y ahora están en riesgo de ser canceladas.
Grandes Distancias, Alto Riesgo
La ausencia de unidades locales de verano dejaría a pueblos como Pilar de la Horadada peligrosamente desprotegidos. Con una población veraniega que supera las 100,000 personas, su estación de bomberos más cercana está en Torrevieja, a 30 minutos de distancia—y a menudo aún más lejos de Almoradí.
Mientras tanto, el municipio ha tenido que equipar a sus voluntarios de Protección Civil con un camión de bomberos para manejar las respuestas iniciales. Preocupaciones similares se aplican a Santa Pola, donde la respuesta a incendios depende de unidades de Elche y Crevillent, al menos a 17 kilómetros de distancia.
Reivindicaciones de los Bomberos
Los representantes sindicales han comenzado a reunirse con los consejos locales para explicar su postura. Los bomberos exigen:
Reducción de turnos anuales de 61 a 55 para cumplir con una semana laboral de 35 horas, en línea con el resto del personal provincial.
Fin de los ascensos temporales, donde el bombero más antiguo lidera un equipo cuando no hay teniente o sargento disponible.
Fin de la cobertura entre estaciones, que actualmente cubre las brechas de personal en una estación con personal de otra.
Despido inmediato de tres altos funcionarios, especialmente del Jefe Operativo José Rubio, a quien los sindicatos acusan de anular el liderazgo electo y no implementar los acuerdos firmados.
El sindicato enfatiza que las negociaciones están en curso, pero se han estancado después de que la última reunión hace dos semanas no arrojara progreso alguno. Sin una resolución, la cobertura de verano en varios pueblos turísticos de alto riesgo podría estar completamente ausente por primera vez en décadas.
Consecuencias Políticas
El problema pone presión política sobre municipios como Santa Pola y Pilar de la Horadada, ambos gobernados por el Partido Popular (PP)—el mismo partido que lidera el gobierno provincial. Los líderes locales, incluida la concejala de Hacienda de Pilar, María del Mar Sáez, y la alcaldesa de Santa Pola, Loreto Serrano, también son altos funcionarios en el gobierno provincial de Alicante, aumentando la atención sobre su papel en el impasse.
A pesar de que algunos municipios han anunciado el inicio de operaciones de verano—como hizo Santa Pola para el 16 de junio—los sindicatos insisten en que ningún bombero se ha comprometido a trabajar hasta que se cumplan los acuerdos.
Con la temporada de verano a solo unas semanas de distancia, la inminente ausencia de servicios de bomberos amenaza tanto la seguridad pública como la estabilidad política en algunos de los destinos turísticos más poblados de Alicante.
