Los Shahed de Rusia comienzan a descender en picado desde grandes alturas para evitar disparos.
Un portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania mencionó que los drones se lanzan en picado desde unos 2 kilómetros de altura. Esto es una adaptación a la táctica ucraniana de derribar los Shahed con ametralladoras pesadas.
Rusia está aumentando su dependencia en ataques masivos con los Shahed iraníes, adoptando una nueva táctica donde envía estos drones explosivos desde alturas elevadas.
"La táctica rusa actual consiste en cambiar constantemente las rutas de los UAVs y lanzarlos desde más de 2 kilómetros de altura," dijo Yurii Ihnat, portavoz principal de la Fuerza Aérea ucraniana, a RBC Ucrania. "Luego descienden directamente hacia el objetivo."
Aunque Ihnat no mencionó específicamente al Shahed, este dron de diseño iraní es el principal que Rusia usa para bombardear ciudades ucranianas desde lejos.
Los movimientos a gran altura hacen que los drones sean más detectables por radar, pero quedan fuera del alcance de armas ligeras. Esto representa un problema para parte de las defensas aéreas ucranianas, que usan ametralladoras pesadas montadas en vehículos para interceptarlos.
Ahora, los ucranianos reportan que los drones vuelan más alto y rápido, lo que dificulta su neutralización. Algunas modificaciones a los Shahed han aumentado su velocidad máxima de 185 a 290 km/h.
Como resultado, Ucrania debe depender más de misiles superficie-aire portátiles (MANPADS), según un líder de grupo de fuego móvil.
Todo esto forma parte de la estrategia rusa para agotar las defensas ucranianas, incluyendo sistemas electrónicos y misiles antiaéreos.
Los lanzamientos de Shahed han aumentado drásticamente en el último año, con Rusia enviando cientos en una sola noche para saturar las defensas. Además, se combinan con ataques de misiles de largo alcance, haciéndolos más letales.
Algunos Shahed son versiones baratas sin carga explosiva que sirven como señuelos. Según Ihnat, de cada 100 drones enviados, unos 40 suelen ser señuelos.
Aunque los Shahed son más lentos y menos potentes que misiles de crucero o balísticos, son mucho más económicos (entre $20,000 y $50,000 por unidad), mientras que misiles antiaéreos como los Buk-M1 cuestan unos $300,000 cada uno.
El sistema Patriot, del que Ucrania tiene entre seis y ocho, dispara interceptores que pueden valer hasta $4 millones cada uno.
Esta diferencia de costos ha motivado a Rusia a producir Shahed localmente y enviarlos en oleadas, a menudo contra infraestructura civil.
Según analistas del CSIS, los lanzamientos semanales de Shahed aumentaron de 130 en septiembre a 1,100 esta primavera.
Además, inteligencia ucraniana reportó en febrero que Rusia está desarrollando una nueva versión del Shahed con velocidad de hasta 600 km/h y alcance de 2,500 km.
Los ministerios de Defensa de Ucrania y Rusia no respondieron a solicitudes de comentario de BI fuera de horario laboral.
Lea el artículo original en Business Insider.